Hace unas horas, un juez de control de garantías envió a la cárcel a Bairon Arley González Martínez, Bladimir Sánchez Tarazona, Brayan Humberto Montealegre Angarita, Bayron Andrés Marín Tovar y Yimer Eduardo López, los policías implicados en la muerte del presunto abusador de Hilary Castro, Juan Pablo González.
Los cinco uniformados, acusados de presenciar y no evitar la muerte y tortura de González, fueron imputados por el delito de homicidio agravado en la modalidad dolosa. El juez encargado aseguró que los señalados son un peligro para la investigación, ya que podrían influenciar a los demás reclusos y testigos para alterar el proceso.
Cabe aclarar que las declaraciones de los policías fueron consideradas incongruentes y contradictorias para el juez, sobre todo porque sería casi imposible que los uniformados no se hubiesen dado cuenta de lo sucedido en la celda del presunto abusador si estuvieron vigilando las cámaras de seguridad todo el tiempo.
"Es supremamente grave, muy delicado y que va contra el Estado social de derecho, esas actitudes, cualquier persona que de aquí a mañana llegue por cualquier delito puede estar sometido a situaciones similares, de acuerdo con los elementos probatorios no puede ser una norma y la Fiscalía debe investigar. En el Estado social de derecho impera la ley, no del imperio de las personas privadas que quieran hacer justicia por su propia mano”, argumentó el togado.
La tortura a la que fue sometido Juan Pablo González
El presunto abusador fue capturado mediante una orden de allanamiento en Usaquén y rápidamente se le dio un juez de control de garantías lo envió a prisión por los delitos de acceso carnal violento en concurso con hurto agravado y calificado.
Con poco más de 24 horas de detención, sorprendió a todos encontrar a este sujeto sin vida al interior de una celda. Las primeras versiones aseguraron que Juan Pablo González no aguantó la pena moral por sus actos y se habría quitado la vida en el baño. Sin embargo, también se mueve la versión de que habría sido linchado y asesinado por otros reclusos de la URI en Puente Aranda, debido a la gravedad de sus actos al presuntamente violar a una menor de edad.
El hombre se habría desmayado en su celda sobre las 2:12 de la tarde y aunque un enfermero de la URI le prestó primeros auxilios, esto no sirvió de nada porque el sujeto ya no tenía signos vitales.
En medio del proceso de investigación y la formulación de imputación de cargos contra las personas que habrían estado implicados en la muerte de González, el fiscal encargado del caso señaló que el presunto abusador fue golpeado más de 50 veces y torturado por casi media hora.
Adicional de sufrir múltiples golpes, fracturas, raspaduras y hematomas, el sujeto habría sido obligado a beber orina de otros reclusos. Este hecho habría sido presenciado por cinco policías, quienes fueron detenidos el pasado 21 de noviembre y están siendo investigados.
Según informó la Inspección General citada en el comunicado, los funcionarios fueron detenidos, suspendidos y apartados de sus cargos mientras se lleva la respectiva investigación que determinará si son o no culpables en este caso.
Así mismo, la institución aclaró que se han presentado todos los reportes y pruebas pertinentes a la Fiscalía General de la Nación con el fin de establecer, exactamente, lo sucedido con el presunto abusador.
