Desde el pasado lunes 1 de mayo, varias trabajadoras sexuales de la localidad de Kennedy han estado denunciando extorsiones y amenazas por parte de la organización criminal el 'Tren de Aragua', la cual ha generado gran preocupación e inseguridad en el sector.
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Las denuncias se dieron a conocer a través del medio local 'City TV' y las víctimas aseguran que los delincuentes estarían cobrando 50 mil pesos todos los domingos para entregárselos al líder de la banda, conocido como alias 'Gabriel'.
Este monto lo estarían pidiendo entre 15 a 20 hombres con la excusa de que serían “aportes necesarios para garantizar su seguridad”, lo cual es comúnmente denominado como "vacuas".
“Dicen que el dinero sería usado como colaboración para material de intendencia militar, pues se necesita reunir la plata para comprar 40 cajas de munición”, manifestó una de las denunciantes.
“Esta semana llegó un comunicado diciendo que la que no pague la van a llevar al hotel negro, que le van a pegar. Muchas compañeras no tienen la plata para pagar y tienen que acostarse con los tipos para poder pagar la deuda”, agregó otro testigo.
La respuesta de la Policía
El coronel Giovanni Cristancho, director del Gaula, argumentó que estos delitos son cometidos en la mayoría de los casos por organizaciones criminales pequeñas que se hacen pasar por el 'Tren de Aragua' para generar temor e intimidar a sus víctimas, pero que en realidad no hacen parte de agrupación.
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"En Bogotá tenemos unos grupos delincuenciales que se han autodenominado Tren de Aragua, pero con las capturas que se han hecho por medio del Gaula, sabemos que no son Tren de Aragua. Cualquier persona aquí en Bogotá quiere llamarse Tren de Aragua", afirmó el funcionario.
Sacerdote en estado de embriaguez le habría disparado a un policía
En horas de la noche del pasado lunes 1 de mayo se presentó un hecho de violencia que causó indignación en los habitantes de San Cristóbal. Un policía fue gravemente herido con arma de fuego por un sacerdote, quien estaba en aparente estado de embriaguez.
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De acuerdo con los informes de la Policía Metropolitana de Bogotá, los hechos se presentaron en una casa cural del barrio Juan Rey, en donde se encontraban cuatro personas: dos uniformados y dos religiosos.
Al parecer, los individuos estaban departiendo y bebiendo licor. Los dos sacerdotes fueron identificados como Miguel Ángel González Joya y Frank Castro Guzmán.
Los testigos del lugar señalaron que durante esta reunión se escucharon detonaciones de arma de fuego, por lo que los vecinos se alertaron y llamaron a las autoridades.
Funcionarios de la Policía atendieron la emergencia y cuando llegaron a la casa cural se percataron que uno de los religiosos le había disparado en el corazón a un uniformado.
El policía fue trasladado a un centro asistencial y, según el personal médico, presenta un trauma cardiaco severo, por lo que en este momento se encuentra debatiéndose entre la vida y la muerte.
En cuanto a los sacerdotes, los dos fueron capturados en flagrancia, pero fueron liberados horas más tarde por errores en el informe de la Policía a la hora de la judicialización.
Las primeras hipótesis de la Policía indican que el religioso habría disparado por accidente y, según informó la institución en el medio local 'Blu Radio', los exámenes de toxicología revelaron que los religiosos fueron los únicos que consumieron licor, mientras que los policías no lo hicieron.
Por el momento, la Fiscalía adelanta las investigaciones para determinar con exactitud la causa de lo ocurrido y si se dio de manera intencional o accidental. Adicionalmente, el sacerdote no tenía salvoconducto para portar este arma de fuego, por lo que también se busca esclarecer por qué este elemento estaba en su poder.
