Crédito: Carlos Álvarez
El nuevo coronavirus ha puesto a prueba a la humanidad. La mayoría de países han quedado en vilo ante una situación sin precedentes y, en este caso, Colombia no es la excepción.
En el país aumentan a diario los casos de contagios por COVID-19. Según el reporte del Ministerio de Salud de este jueves 2 de abril van 19 muertos y 55 personas recuperadas.
Esta pandemia ha obligado a la mayoría de la población a suspender sus trabajos debido a las medidas preventivas que se tomaron en todo el mundo.
Son pocos los que siguen saliendo de los hogares para cumplir con sus labores, como es el caso de los profesionales del sector salud.
Aquellos que viven del día a día han quedado en el limbo. En Colombia y en la mayoría de países de Sudamérica, ese porcentaje es bastante amplio debido al incremento en la tasa de desempleo.
Sin embargo, las poblaciones en condición de pobreza y vulnerabilidad han ido recibiendo ayudas económicas y alimenticias por parte del Distrito. Un panorama muy diferentes al que atraviesan los migrantes venezolanos en la capital.
Desde el día en que la alcaldesa de Bogotá Claudia López decretó el simulacro de aislamiento preventivo (viernes 20 de marzo), en la localidad de Santa Fe (centro de Bogotá), donde residen cientos de habitantes del país limítrofe, se empezaron a presentar desalojos.
Familias enteras y madres con hijos en sus brazos fueron obligadas a salir de los hospedajes por parte de los dueños, ya que estos ciudadanos no tenían cómo pagar los arriendos durante esos días.
Situación durante los primeros días de la medida preventiva
KienyKe.com dialogó el viernes 27 de marzo con Carlos Álvarez, un ciudadano venezolano que padece esta situación y es testigo de lo que ocurre a su alrededor con sus connacionales.
“Con el decreto del aislamiento nacional obligatorio el tema de los desalojos se agudizó en la localidad. A medida que pasan las horas todo va empeorando”, manifestó.
Aunque no hay un censo concreto en ese sector de Bogotá, Álvarez mencionó que hay alrededor de 110 venezolanos afectados. Sin embargo indicó que el número total oscila entre 160 y 170 personas.
“Hay 50 núcleos familiares, 40 menores de edad y 12 niños en edad de lactancia”, aseguró.
Crédito: Carlos Álvarez
En medio del caos, una mujer en estado de embarazo presentó señales de dar a luz a su hijo. La Policía del cuadrante asistió el caso y la condujo de inmediato a un centro hospitalario donde le ayudaron a tener al recién nacido.
Luego de la asistencia, la ciudadana regreso con su niño de brazos sin un techo donde quedarse.
“Lastimosamente ahora ese niño no cuenta con un abrigo donde su mamá pueda tenerlo”, declaró.
Álvarez aseguró que no han recibido ninguna respuesta por parte de la Alcaldía Mayor de Bogotá. “Los únicos que nos han escuchado son los medios de comunicación. Se está tratando de hacer un enlace con los cuerpos diplomáticos acreditados en Colombia”, mencionó.
Según el ciudadano venezolano la solicitud de ellos es únicamente para tener un techo y un hogar donde puedan cumplir las medidas preventivas.
“No pedimos comodidades ni lujos, sino un albergue para que podamos pasar esta cuarentena donde la vida no corra ningún peligro. Solo pedimos los esencial para la protección de la vida”, señaló.
Primeros días de abril: venezolanos deciden marcharse hacia su país
Después del primer testimonio, KienyKe.com contactó nuevamente a Carlos Álvarez para conocer si la situación había mejorado.
Según la versión del ciudadano venezolano, el alcalde de la localidad Leonel Sánchez logró ciertos acuerdos económicos con algunos de los arrendadores del sector para permitirle a dicha población permanecer en estos lugares mientras se cumple la cuarentena nacional.
“Una vez superada la contingencia ellos dijeron que pagaban la totalidad del dinero tanto a los migrantes venezolanos como a los hermanos colombianos”, indicó.
Créditos: Carlos Álvarez
La situación, con respecto a los primeros días de la contingencia, ha tenido ciertos cambios. Algunos han podido ubicarse en un hogar, mientras otros continúan en las calles.
Según Carlos Álvarez, en la noche de este miércoles un pequeño porcentaje de esta población pasó la noche dentro de unos camiones que dispuso un ciudadano del sector.
Sin embargo, ante la falta de respuestas del gobierno, varias familias decidieron abandonar los lugares de residencia y regresar a pie a Venezuela.