
La pasión por la velocidad, estilo y tradición por las motos ha hecho que la Cafe Racer regrese al mercado con más innovación, sin perder su esencia de un modelo de los años 50. El rock influyó en el ambiente y misticismo de este medio de transporte que no es familiar pero que ha marcado a una generación que la trae de vuelta.
La moto Cafe Racer no es un modelo cualquiera, surgió luego de varias modificaciones en su chasis, asientos, comodidad y estética que poco a poco la hicieron única y marcó una tendencia, que hasta el día que regresó para seguir en la elección de conductores.
Por ejemplo, una de las cualidades de este tipo de moto es el asiento. Este es esculpido con costuras en contraste que permite una posición precisa de la carretera.
También cuenta con un panel de instrumentos con retroiluminación "Sleek" para que sepa exactamente a cuento llega cada día o noche, análogo y digital. Además, tiene el tanque de combustible empotrado entre las rodillas para tener una postura ergonómica más deportiva.
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Este tipo de moto está fabricada para la comodidad de los conductores y que de igual manera, tengan una buena velocidad en la ciudad o en carretera.
Ahora, es recurrente ver Cafe Racer en las calles con diferentes accesorios, demostrando que es una alternativa con respecto a las tradicionales choppers y bobbers. Lo vintage también regresa a la escena de las motos y se espera que continúe su legado con un diseño diferente.
No solo es la motocicleta, sino con ello los accesorios como los cascos que conservan su estilo y sencillo, pero seguro. Las fabrican desde marcas populares como BMW o Ducati, a otras más exclusivas como Royal Enfield o Triumph.

