
La reciente captura de Elder José Arteaga Hernández, conocido como alias el Costeño, ha marcado un giro clave en la investigación por el atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay. El operativo, ejecutado el pasado 5 de julio en la localidad de Engativá, al noroccidente de Bogotá, no solo significó la detención del presunto articulador del ataque, sino también la incautación de valioso material probatorio que podría conducir a otros miembros de la estructura criminal.
La captura del ‘cerebro logístico’
Arteaga, con un prontuario criminal de más de dos décadas, era buscado con circular roja de Interpol. La operación se llevó a cabo tras tres días de vigilancia e inteligencia coordinada entre la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación. Más de ocho uniformados participaron en el allanamiento a una vivienda donde el Costeño se ocultaba con parte de su familia. Al momento de su captura, el hombre rompió en llanto, mostrando resistencia inicial a identificarse plenamente ante los agentes.
La escena fue captada en video por los investigadores y reveló un momento inusual: mientras era esposado en el segundo piso del inmueble, el Costeño agradeció a los agentes y apenas alcanzó a decir “José” cuando se le pidió su nombre completo. Finalmente, tras escuchar su identificación oficial, confirmó entre lágrimas: “sí”.
Documentos clave y una línea de investigación abierta
Durante el allanamiento, las autoridades encontraron elementos que podrían ser cruciales para desarticular la red criminal detrás del atentado. En el escritorio de la vivienda se hallaron documentos, un teléfono móvil y otros dispositivos de almacenamiento, cuya verificación está en curso. Además, en el lugar se incautó un vehículo Renault Logan modelo 2018 con placas EBS-096, registrado a nombre del gerente de una distribuidora de útiles escolares en el mismo sector. Este dato abre una nueva línea de investigación sobre posibles nexos logísticos o encubrimiento.
También fueron encontradas tres motocicletas que están siendo analizadas para determinar su vínculo con los hechos. Según la directora de seguridad territorial de la Fiscalía, Deicy Jaramillo, “los elementos hallados permitirán escalar la investigación y llegar tanto a los autores materiales como a los determinadores verticales y horizontales del crimen”.
Relación con la Segunda Marquetalia
Las pesquisas preliminares apuntan a que alias el Costeño habría actuado en coordinación con estructuras ligadas a la Segunda Marquetalia, facción disidente de las FARC liderada por Iván Márquez. El implicado habría sido quien contrató al sicario de 14 años que disparó contra Uribe Turbay el pasado 7 de junio durante un acto de campaña política.
Asimismo, el Costeño reclutó a otros dos implicados ya capturados: Carlos Eduardo Mora, alias el Veneco, y Katerine Andrea Martínez, alias Gabriela, quienes participaron directamente en la ejecución del atentado.
Impacto político y reacciones
La captura del presunto cerebro logístico del ataque ha generado una oleada de reacciones políticas. Desde el partido Centro Democrático se han lanzado fuertes críticas hacia los autores del crimen, mientras algunos congresistas han señalado que “la cara de matón de primera línea sicarial lo dice todo”. La figura de el Costeño se ha convertido en símbolo del entramado criminal que, según los investigadores, buscaba generar miedo y desestabilización durante el periodo preelectoral.
Miguel Uribe, quien se recupera satisfactoriamente del atentado, emitió un mensaje en redes sociales agradeciendo a las autoridades y reiterando su compromiso con la defensa de la democracia y la legalidad. “Este ataque no nos va a detener. Colombia merece una política sin miedo”, escribió el senador.
Próximos pasos judiciales
Alias el Costeño se encuentra actualmente bajo custodia y a la espera de la audiencia de imputación de cargos por parte de la Fiscalía. Se le acusa, entre otros delitos, de tentativa de homicidio agravado, concierto para delinquir y porte ilegal de armas.
La Fiscalía ha señalado que este avance representa un punto de inflexión en la investigación. “Estamos desmantelando una estructura que pretendía sembrar terror y atentar contra la institucionalidad del país. No descansaremos hasta dar con todos los responsables”, concluyó la fiscal Jaramillo.
La investigación continúa, y con ella, la esperanza de que los autores intelectuales del atentado contra Miguel Uribe sean llevados ante la justicia. Mientras tanto, la seguridad del proceso electoral se convierte en prioridad para las autoridades nacionales.