Este miércoles, 29 de marzo, se reveló lo hallado por los entes investigativos donde se habría adelantado un presunto beneficio adelantado por el exdirector de la cárcel La Picota de Bogotá, César Augusto Ceballos; al abogado Germán Eduardo Cifuentes; y al investigador privado Jorge Efredy Monroy, para buscar ayudar a una persona recluida en centro carcelario.
En marzo de 2015, la Corte Suprema de Justicia condenó a 16 años de prisión a un hombre capturado en situación de flagrancia con 300 kilogramos de cocaína y dispuso que debía permanecer en el establecimiento carcelario de Villavicencio, Meta.
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Desde entonces, el abogado Cifuentes habría ofrecido sus servicios para contactar a funcionarios que, a cambio de dádivas, facilitaran el reconocimiento de la detención domiciliaria, rebajas en la pena y permisos de trabajo, entre otros conceptos que favorecieron a su cliente.
Inicialmente, el 31 de julio de 2015, el entonces director de la cárcel La Picota, al parecer, permitió que el sentenciado ingresara irregularmente a ese centro con apenas presentarse voluntariamente, sin que mediara un traslado oficial del INPEC, con boleta de detención falsa.
Por otra parte, el investigador Monroy Avila se habría encargado de acciones para recolectar entrevistas, material fotográfico y documentos con el fin de acreditar que el condenado estaba al cuidado de los hijos menores de edad, esto por desaparición de su esposa, algo que fue comprobado, no correspondía a la realidad. De esta forma, el hombre habría obtenido por parte del ICBF el reconocimiento como padre cabeza de familia.
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Entre las pruebas que encontró la Fiscalía están que por los privilegios brindados se le habría pagado 250 millones de pesos al abogado Cifuentes Rodríguez, quien repartió las ganancias a varios funcionarios que participaron en la manipulación de varios participantes.