
El sector energético colombiano atraviesa un escenario de alta incertidumbre. En los últimos años, las decisiones del Gobierno nacional han generado preocupaciones sobre la seguridad del suministro y las reservas de cara al futuro inmediato.
En este contexto, la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y Comunicaciones (Andesco), a través de su presidente Camilo Sánchez, lanzó una nueva advertencia: Colombia podría enfrentar un apagón o un esquema de racionamiento de energía, especialmente en el centro del país.
El Guavio: el epicentro de la crisis
La alerta de Andesco se concentra en la Central Hidroeléctrica El Guavio, ubicada en el municipio de Ubalá, Cundinamarca. Esta planta, considerada la más grande del país, genera más del 7 % de la energía nacional y abastece gran parte de Bogotá.
De acuerdo con Sánchez, el riesgo principal proviene de la falta de mantenimiento, ya que el embalse ha acumulado sedimentos peligrosos que amenazan con dañar las turbinas. El escenario más crítico sería que alguna de ellas quedara inservible, pues su reemplazo no es inmediato: no se consiguen en el mercado y el proceso de sustitución tardaría entre tres y seis meses.
“Perder el 7 % de la energía colombiana sería gravísimo para el sistema. No se trata de un asunto financiero, sino de garantizar el suministro eléctrico de millones de personas”, enfatizó el dirigente.

Bloqueos de la comunidad
El mantenimiento no se ha podido realizar por los constantes bloqueos de la comunidad de Junín y Ubalá, quienes reclaman obras de infraestructura y mejoras viales. Según Sánchez, estas peticiones deben ser resueltas por los gobiernos locales y nacionales, no por las empresas operadoras.
“Las empresas no son el gobierno, su función es generar energía. Lo prioritario es lo nacional, no podemos poner en riesgo un sistema que ha funcionado”, señaló.
En medio del conflicto, se logró un acuerdo parcial y se convocó una reunión en la Gobernación de Cundinamarca para avanzar en la concertación. El objetivo es destrabar las obras viales y permitir el ingreso de la maquinaria que requiere el mantenimiento.
Autoridades involucradas
La situación ha obligado a la participación de distintos sectores del Estado. El presidente de Andesco confirmó contactos permanentes con el ministro de Minas, Edwin Palma, el ministro del Interior, Armando Benedetti, y el ministro de Defensa, Pedro Sánchez.
De forma temporal, se ha recurrido a plantas térmicas en Sogamoso y Zipaquirá, que operan con carbón, para suplir la demanda energética de la capital. Sin embargo, los expertos coinciden en que estas medidas son insuficientes y costosas.
Riesgo de un problema mayor
Sánchez advirtió que, además del Guavio, el país enfrenta otras necesidades urgentes de mantenimiento en distintos frentes, como en el caso del gas en la Costa Caribe. “Si todas estas cosas confluyen, podríamos tener un problema gigantesco”, subrayó.
El dirigente insistió en que se debe actuar con anticipación: “Soldado avisado no muere en guerra. Hemos perdido 60 días, es el momento de hacer el mantenimiento”.
Un llamado urgente
La advertencia de Andesco es clara: si no se permite la intervención en el Guavio, Bogotá y buena parte del centro del país enfrentarán un riesgo real de apagón. La situación compromete no solo la estabilidad del sistema eléctrico interconectado, sino también la seguridad económica y social de millones de personas.
El mensaje de Camilo Sánchez apunta a la necesidad de conciliar intereses comunitarios con el beneficio colectivo: “El interés general debe primar sobre el particular”.