Conor McGregor protagonizó un nuevo escándalo producto de la conferencia de prensa que UFC realizó en Nueva York para, entre otras cosas, promocionar la pelea por el título de peso ligero de la empresa entre el ruso Khabib Nurmagomedov y el estadounidense Max Holloway, el ganador destronará al irlandés que dejó de defender la presea en 2016.
McGregor atacó el bus de Nurmagomedov con vehemencia y rompió los vidrios del vehículo. Las autoridades impidieron que los estragos del incidente fueran mayores.
Después del episodio, el mismo Conor fue a la comisaria 78 de New York. Fue interrogado y podría ser acusado por mala conducta pública, lo que generaría una multa económica.
¿Qué dicen en UFC?
Aunque la empresa de artes marciales mixtas rechaza el incidente, Dana White, presidente de la industria, tiene a McGregor planillado en los próximos eventos del año. No es la primera vez que el irlandés se deja llevar por sus emociones y de eso son conscientes en la organización.
Perder el cinturón es una realidad que debe afrontar el peleador. Sin embargo, la polémica también la pudo haber realizado para llamar la atención del mundo mediático. Se sabe que el deportista es una de las caras del combate y cualquier cosa que diga o haga será noticia.
Los abogados de McGregor trabajan para que la justicia, que ya estudia el mal comportamiento del atleta, no lo castigue con una multa millonaria. Sin embargo, el peleador ha manifestado en varias ocasiones "que tiene dinero suficiente para asumir cualquier dificultad que aparezca".
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Por ahora el irlandés seguirá su preparación para volver a las peleas en cualquier momento. No se conocen los posibles rivales pero sí se sabe que el deportista solo aceptará retos que le generen ganancias millonarias e impacto mediático.
