El concejal Alfredo Ramos hizo una denuncia sobre las posibles irregularidades que se habrían presentado en varios procesos de contratación entre la Alcaldía de Medellín (Antioquia) y algunas empresas en medio de la emergencia social y económica que se vive por el covid-19.
Ramos, quien es la cara más visible de oposición a la administración de Daniel Quintero desde el Concejo Municipal, le dijo a KienyKe.com que entre las posibles anomalías estarían, por ejemplo, la entrega de contratos “a dedo” a corporaciones que no tendrían la idoneidad y capacidad para cumplir con lo pactado.
Aunque el alcalde Quintero no se ha pronunciado al respecto, esta semana le pidió a la Contraloría y a la Procuraduría vigilar rigurosamente cada acción que haga su gobierno para proteger y ayudar a la población por la crisis sanitaria.
“En Medellín no se pierde un peso. La Alcaldía ha tomado decisiones para atender y favorecer a la población más vulnerable durante la crisis generada por el coronavirus. En aras de la transparencia, el cumplimiento de la Constitución y la legislación, se solicitó esta vigilancia a los órganos de control”, afirmó.
Denuncias por "extracostos"
Ramos explicó que todo empezó por el hallazgo de “extracostos bastante altos” a unos paquetes alimentarios que fueron entregados a cientos de niños y niñas para ayudarles a pasar la cuarentena.
Según dijo, la Alcaldía de Medellín hizo un contrato a un mes por más de $7 mil millones con una empresa de “mala reputación” a la que se le compraron 220 mil mercados a un costo “no justificable” que, al por mayor, habrían salido más económicos.
Indicó que estos solo traían productos como: arroz, pasta fortificada, leche en polvo, galletas, un paquete de bebida achocolatada, frijoles y lentejas, y que cada uno costó más de $30 mil.
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“Notamos que los precios eran exagerados porque hicimos el ejercicio de ver cuánto costaban en realidad cada uno. La Alcaldía pagó por cada paquete una suma de $32.500 sin incluir el IVA cuando, en sitios como La Mayorista, los mismos productos cuestan en total $24.500 con el IVA incluido”, afirmó.
El concejal señaló que también se dieron cuenta de que a esta misma corporación ya se le había entregado el mes pasado otro contrato “a dedo” por una suma similar, y que en total los dos alcanzarían los $23 mil millones.
Ramos mencionó que, a raíz de esta denuncia, empezaron a revisar otros procesos de contratación que estaba adelantando la Alcaldía para enfrentar la emergencia y que, entre ellos, se encontraron tres que prendieron las alarmas.
El contrato que más generó sospecha
Ramos señaló que lo que llamó la atención es que los tres procesos -hechos por contratación directa- tenían montos similares, que eran con empresas con las que jamás las administraciones de Medellín habían celebrado contratos y que tenían “un objeto social diferente al objeto por el cual se les estaba contratando”.
El concejal aseguró que un contrato, el cual se alcanzó a firmar y estaba fijado por una suma mayor a los $2.600 millones, fue el que generó mayor sospecha.
Explicó que este tenía el objetivo de suministrar 1’350.000 tapabocas tipo N95 y que se celebró con una empresa de publicidad llamada TECNIDIDACTICOS IND S.A.S, la cual contempla dentro de su objeto social funciones como: “estudios de grabación, videos y audios, tableros interactivos, presentación de actividades artísticas, implementación de productos para todo tipo de marketing, etc”, diferentes a las que eran requeridas.
“El objeto social de esta agencia de publicidad tenía un montón de cosas por hacer pero no decía nada sobre la venta de insumos médicos, los cuales debían tener algún tipo de exigencia técnica”, afirmó.
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Ramos indicó que este contrato se firmó el pasado 3 de abril y que la empresa tenía ocho días para entregar los tapabocas. Sin embargo, dijo que, por supuestos motivos de fuerza mayor, se le dio fin al contrato de manera bilateral.
“El 8 de abril dan por terminado el contrato porque supuestamente el intermediario en China no les cumplió a última hora. Yo pienso que realmente es un favor al contratista que iba a incumplir a sabiendas de que no podían traer los tapabocas. Eso era previsible para ellos. No le quisieron declarar la caducidad para que pudiera seguir contratando con el gobierno. Les hicieron un favor y no me da miedo decirlo”, manifestó.
Mencionó que, por otro lado, les pareció extraño el estudio previo de otro contrato por más de $2.200 millones que estaba destinado al “suministro de insumos de aseo, higiene y elementos de protección para garantizar acciones de prevención de población en calle en riesgo frente al contacto del covid-19” e iba a ser entregado a una empresa de papelería y piñatería.
Además, resaltó que otro proceso de contratación por cuatro meses, cotizado por una suma mayor a los $2.100 millones y el cual tenía el objetivo de “brindar el servicio de aseo, mediante la implementación de puntos te atención dotados de duchas móviles, lavamanos y unidades sanitarias”, iba a ser adjudicado a una empresa de marketing, la cual especifica en su objeto social que “la sociedad tendrá como objeto principal la agencia de publicidad”.
“Estos dos contratos estaban listos para firmar pero no lo hicieron. Creemos que pararon el proceso por las denuncias que hicimos, porque no los alcanzaron a adjudicar”, aseguró el concejal.
Por último, el opositor a Quintero insistió en que estas posibles irregularidades “dan un mensaje dañino desde la Alcaldía de Medellín”.
“Lo que nosotros vimos es contratación a dedo, empresas no idóneas que no tienen mucho en su objeto social y no cuentan con las capacidades necesarias. Pareciera que de alguna forma estuvieran feriando los contratos, quién sabe con qué intención. Ellos tienen que aclararlo”, finalizó.
KienyKe.com trató de comunicarse con el alcalde Daniel Quintero para saber su respuesta frente a estas denuncias. Sin embargo, no fue posible por temas de su agenda.
