El colombiano es destacado por su cualidades positivas a la hora de trabajar y progresar en cualquier ámbito que enfrente. Sin embargo, crear una empresa en el país es un reto que deben afrontar muchos emprendedores, casi siempre representa complejidad y demora.
En nuestros días, los proyectos de inversión parten de ideas concebidas, más no de oportunidades fehacientes que reflejan la viabilidad de la misma. No se puede negar que Colombia ha progresado en ámbitos económicos y ha establecido un dinamismo en nuevas industrias, esto ha generando más rentabilidad y un reconocimiento industrial a nivel mundial.
Esto es ambivalente, puesto que en un lado están los emprendedores, muchas veces jóvenes, con elementos para la creación del negocio, pero por otro lado está la ejecución y la inversión que se requiere. De ahí que, se encuentran brechas empresariales cerradas, con un fuerte desequilibrio competitivo que no permite el ingreso de nuevas ideas de negocio.
Según un informe de la Dirección de Emprendimiento de la Universidad Antonio Nariño (UAN), la decisión de hacer empresa ha presentado una tendencia a la baja entre los años 2014 y 2016, pasando de una aceptación de 71 a 65%, respectivamente, entre los jóvenes universitarios.
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Si bien es cierto, los entes de educación superior promulga la cultura emprendedora, pero "no cuentan con programas estructurados que permitan generar trazabilidad en los emprendedores y sus ideas de negocio”, explica Claudia Milena Hoyos, jefe de la Unidad de Promoción al Emprendimiento de la UAN.
Con relación a la financiación y la vida de los proyectos, el informe recalca que "las empresas que empiezan a emprender, en el primer año el 55% de ellas subsisten, en el segundo el 41% y en el tercero el 31%", o sea, una duración corta para las grandes expectativas. que se tienen.
Otras de las dificultades más comunes resaltadas en el informe, son:
Falta de acompañamiento: Los jóvenes cumple con radicar el negocio en la Cámara de Comercio, olvidándose de validar una idea innovadora que solucione las necesidades de un nicho próspero y rentable.
Escasos recursos: En cuanto al financiamiento, "el 17% de los empresarios arranca con recursos propios, 13% con deuda y 7% con capital semilla. Solo el 3% utilizan los recursos públicos disponibles, 3% ángeles inversionistas y 0,5% capital de riesgo".
Altos impuestos: Colombia cuenta con la tercera tasa tributaria más alta del continente, superado por Argentina y Bolivia.
Inaccesibilidad tecnológica: Pese a que son nativos digitales, no cuentan con los suficientes fondos para conseguir herramientas tecnológicas que impulsen su negocio.
Este panorama es desalentador, pero no solo sucede en el país, sino en Latinoamérica, donde la educación debe ser el motor para los jóvenes emprendedores.
