El Fondo Europeo para la Paz ha impulsado la participación de guerrilleros reincorporados a través de proyectos de economías solidarias, es decir, actividades que operan bajo la autogestión.
262.000 muertos, 80.514 desaparecidos, 37.094 víctimas de secuestro, 15.687 víctimas de violencia sexual, 17.804 menores de edad reclutados y más de USD 127.000 millones - una cifra superior a la fortuna del hombre más rico del planeta, el fundador de Amazon Jeff Bezos- fue el costo humano y monetario que Colombia pagó en seis décadas de conflicto armado.
Mientras los cuerpos caían, aumentaba el dinero que los gobiernos destinaban para combatir a los diferentes grupos al margen de la ley. La dinámica de la guerra demandaba una política de Estado en la que prevalecía la muerte del “enemigo”, del guerrillero, del paramilitar, del narcotraficante, antes que todo.
En este marco y tras cuatro años de negociación en La Habana, el mismo gobierno que gastó unos USD 40.000 millones en “defensa” - según datos del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) - firmó un acuerdo en el 2016 que, entre elogios y críticas por parte de la comunidad internacional y la oposición interna, redirigió las prioridades.
Tras el acuerdo, los lobistas de Juan Manuel Santos -y el mismo expresidente- salieron al mundo con el objetivo de engordar la billetera colombiana que esta vez, y para desconcierto de muchos, sería volcada hacia el posconflicto.
En dichas giras, el pasado gobierno obtuvo el espaldarazo de diferentes organismos internacionales y se concretaron los recursos que aseguraban, en alguna medida, el presupuesto para la implementación de la paz que, según cálculos del anterior Ministerio de Defensa, bordearía los USD 40.198 millones en los próximos 14 años.
De acuerdo con un artículo publicado por Verdad Abierta en febrero del año que corre, Santos y sus funcionarios aseguraron millones de dólares procedentes del exterior que sirvieron para la creación de cuatro fondos de paz:
- El Fondo Multidonante de la Organización de Naciones Unidas que, para diciembre del 2018, tenía reservados USD 100 millones en 107 proyectos enfocados para la implementación rápida del acuerdo.
- El Fondo del Banco Mundial que ha invertido poco más de USD 7,7 millones en proyectos de reparación colectiva.
- El Fondo Colombia Sostenible -investigado por la Fiscalía por presuntas irregularidades-, nutrido por USD 210 millones entregados por Noruega, Suecia, Suiza y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), de los cuales, se han destinado USD 10 millones a preservar el medio ambiente en zonas golpeadas por el conflicto.
- El Fondo de la Unión Europea, que contiene más de USD 130 millones listos para financiar proyectos de reincorporación y desarrollo rural.