
Luis Díaz, figura indiscutible del Liverpool FC y pieza clave de la Selección Colombia, no solo brilla en la cancha. Este fin de semana, protagonizó uno de los eventos sociales más comentados del año al contraer matrimonio con su pareja de toda la vida, Geraldine Ponce. La ceremonia, cargada de lujo, música y estrellas, fue una verdadera celebración del amor… aunque no estuvo exenta de polémica.
La boda, que reunió a varios compañeros de selección, celebridades nacionales y una nómina de artistas de alto calibre, fue el escenario de una gran fiesta donde el vallenato y el reguetón se tomaron la pista. Entre los cantantes que animaron la noche estuvieron Silvestre Dangond, Elder Dayán, Samuel Morales y Blessd, quienes encendieron los ánimos de los asistentes. Incluso el propio Díaz sorprendió a todos al subirse a la tarima para cantar “El ritmo que nos une”, en una escena que se volvió viral en redes sociales.
Sin embargo, mientras las imágenes de la celebración se multiplicaban, una ausencia llamó poderosamente la atención: la de James Rodríguez. El “10” de la Selección Colombia, considerado uno de los jugadores más cercanos a Díaz en el equipo nacional, no asistió al evento. Según se supo, James permanecía en Colombia celebrando el Día del Padre con su familia, pero su decisión de no acompañar a su compañero en un momento tan especial despertó todo tipo de especulaciones.
En redes sociales, algunos seguidores han comenzado a preguntarse si existe un distanciamiento entre ambos futbolistas. No es la primera vez que James se ausenta de eventos a los que sí acuden otros integrantes del equipo nacional, lo que ha alimentado rumores sobre tensiones dentro del camerino dirigido por Néstor Lorenzo. Aunque no hay declaraciones oficiales al respecto, las especulaciones sobre un posible quiebre en las relaciones internas de la Selección comienzan a ganar fuerza.
Mientras tanto, Luis Díaz y Geraldine disfrutan de un momento de felicidad plena, blindados por el cariño de sus familiares, amigos y fanáticos. Su historia, que comenzó en las calles de La Guajira y ahora transcurre entre estadios europeos y escenarios internacionales, continúa sumando capítulos dignos de admiración.