
En una emotiva entrevista para el pódcast Flores de Primavera, conducido por Juliana Velásquez, Laura Tobón sorprendió al revelar una situación poco conocida, pero profundamente humana: su esposo, el empresario Álvaro Rodríguez, sufrió depresión posparto tras el nacimiento de su hijo, Lucca.
Durante la conversación, la presentadora de televisión habló con honestidad sobre los cambios que vivió en su entorno familiar con la llegada de su primer hijo, pero fue su confesión sobre el impacto emocional que vivió su pareja lo que más llamó la atención de sus seguidores.
“Gracias a que existen terapias, terapias en pareja, todas las terapias del mundo, bla, bla, bla, pudimos darnos cuenta de que Álvaro estaba en una depresión posparto”, confesó Laura Tobón en dicho espacio con la cantante
Una realidad silenciosa: los hombres también sufren depresión posparto
Aunque la depresión posparto se asocia comúnmente con las madres, la bogotana quiso visibilizar que también puede afectar a los padres. Según contó, fue un cambio notorio en el comportamiento de su esposo lo que encendió las alarmas: de ser un hombre amoroso y generoso, pasó a estar irritable, impaciente y constantemente molesto.
“Mi esposo, que siempre ha sido súper amoroso, gentil, el más generoso… empezó a ser el más gritón, el que no se aguantaba a nadie en la casa”, relató.
La situación llegó a tal punto que Tobón temió lo peor: la ruptura de su matrimonio en pleno proceso de adaptación a la maternidad.
“Yo decía: esto no puede ser posible, y pensé: mi matrimonio se va a ir a la mierda. Claro, y tenemos un hijo recién nacido, yo qué voy a hacer de mamá soltera, aprendiendo a ser mamá, mejor dicho, la ansiedad, todo lo que se puedan imaginar”, recordó con franqueza.
La modelo agradeció el apoyo profesional que ambos recibieron, lo cual fue fundamental para entender que lo que vivía su pareja no era un problema de actitud, sino una enfermedad real. Gracias a las terapias individuales y de pareja, lograron identificar el origen del problema y trabajar juntos para sanar.