
Martha Isabel Bolaños, inolvidable para muchos por su papel de la carismática “Pupuchurra” en "Yo soy Betty, la fea", ha construido una carrera llena de retos y nuevas experiencias. Más allá de la actuación, la caleña no ha tenido miedo de medirse en varios realities, donde ha demostrado su fuerza y determinación. Aunque en “Desafío 2014: Marruecos, las mil y una noches” enfrentó durísimas pruebas físicas —siendo además la única participante que integró los tres equipos para equilibrarlos—, recientemente confesó que hubo otro reto que la sacudió de verdad: su paso por “MasterChef Celebrity”.
Así lo contó durante una entrevista en el programa "La Tele Letal", donde no dudó en admitir que la cocina le resultó un terreno mucho más difícil de lo que imaginaba. “El reality más duro para mí fue el de cocina, la verdad… lo sufrí desde el día uno hasta el día cero, y por eso mi nombre salió tan afectado”, reconoció en diálogo con El Tiempo, dejando claro que no todo fue tan “sabroso” como parece en pantalla.
Lea también: ¿Cómo enamorar a Ana María Orozco? Salvador del Solar responde
Martha, que nunca se había destacado precisamente por sus dotes culinarios, tuvo que aprender sobre la marcha. Se desvelaba, estudiaba, practicaba y, aun así, cada reto era un verdadero suplicio. En una conversación con Infobae, confesó que no sabía cocinar y que todo el tiempo estuvo esforzándose para mejorar: “Estudiaba y me trasnochaba. Y llegué muy lejos porque soy superdisciplinada. Me la guerreé, pero yo ahí sufría mucho”.
Las lecciones y retos que Martha Isabel Bolaños se llevó de MasterChef:
El estrés no solo venía de las ollas y los cuchillos; también hubo tensiones con sus compañeros. Uno de los momentos más recordados fue la pelea que protagonizó con la actriz Zulma Rey durante una prueba de repostería. En esa ocasión, las emociones terminaron explotando frente a las cámaras.
Además: Daniela Ospina vuelve a referirse a complicada situación de su hija, Salomé
Hoy, a pesar de todo, Martha mira hacia atrás y se siente orgullosa. "MasterChef" no solo le enseñó a cocinar —aunque sea un poquito más—, sino también a confiar en su fuerza, a caer, levantarse y seguir. Porque si algo ha demostrado esta "Pupuchurra", es que la vida, como en la cocina, también se aprende a fuego lento.