Por estos días Luis Carlos Arias no tiene que superar rivales, las corridas y enganches con la zurda están reducidos. Por unos meses debe dedicarse a las terapias, a disfrutar con la salsa de Tito Rojas o Willie González y a ver desde la barrera el fútbol de Independiente Santa Fe y disfrutar con los goles de su amigo Wílder Medina.
El mediocampista, lesionado hace más de un mes del ligamento cruzado en la pierna izquierda, apela a la fuerza conseguida desde niño cuando azadón en mano cultivaba papa en La Unión, Antioquia, su pueblo natal. Con coraje supera la difícil prueba que le llegó en su mejor momento de la temporada y en el periodo más exitoso de los últimos años del equipo bogotano.
Luis Carlos Arias se recupera de la lesión del ligamento cruzado en su pierna izquierda
Ante la obligada pasividad, Arias no ha descuidado una de las misiones que tiene con el goleador Wílder Medina, “él es una persona con muchas ganas de seguir adelante, eso es algo gratificante para mí. Yo he estado muy pendiente de todo lo que hace. Wílder se deja guiar mucho, porque sabe todo lo que ha vivido”. Afuera de la cancha el antioqueño le hace marcaje personal al delantero quien se empeña en alejarse del mundo de las drogas que lo marcó desde sus inicios futbolísticos en el Rionegro.
Con once goles en Liga y tres en la Copa Libertadores, Medina ha hablado su mejor idioma dentro del área y sigue pagando la apuesta de César Pastrana, el presidente de los cardenales, quien se la jugó por la recuperación del delantero y hoy disfruta con los goles que tienen al equipo a un paso de las semifinales de la copa y clasificado a los cuadrangulares del fútbol colombiano.
“Es un gran jugador que quiere reivindicarse”, manifestó Pastrana en septiembre de 2012, cuando le ofreció contrato por un año a Wílder Medina pensando en el potencial que había dentro de una persona necesitada de ayuda.
A su llegada, todos en Santa Fe trabajaron con el objetivo de recuperarlo, en especial Luis Carlos Arias, quien identificado con los problemas sociales sufridos por su nuevo compañero, le tendió su mano. “Yo llevo más tiempo en recuperación, lo mío fue alcohol, cuando Wílder llegó, me le puse a disposición para lo que fuera y considero que de esa forma nos hemos fortalecido”.
Luis Carlos Arias es el consejero de Wílder Medina
Luis Carlos derrotó hace tiempo el alcoholismo, que padeció desde los 15 hasta los 20 años. El antioqueño hoy tiene 28 y sigue asistiendo a las reuniones de Alcohólicos Anónimos tan puntual como a los entrenamientos con su club, porque sabe que el licor y las drogas son enfermedades que deben ser controladas con terapias, reuniones y el apoyo de la familia.
Concentrado en su recuperación y en volver al campo lo más pronto posible, Arias no descuida la misión que se prometió cuando conoció a Wílder y aunque por ahora no comparten entrenamientos ni camerinos, se mantiene en contacto con el delantero para expresarle su reconocimiento por los logros y darle tranquilidad ante la gloria que vive.
Frente al televisor o sentado en la grada del estadio, Luis Carlos traslada su emoción y deja caer alguna lágrima cuando Medina marca un gol, pero a la vez, sin el ánimo de empañarle la alegría a su amigo, le recuerda que hasta en la cumbre lo puede perseguir la sombra de la droga. “Hablo mucho con él, sobre todo en estos momentos, cuando está marcando muchos goles y es el centro de atracción, siempre le digo, ‘pilas’, cuidado, juicioso en la casa, va a aparecer mucha gente, muchas mujeres y es cuando tiene que estar más tranquilo. Yo siempre estoy dispuesto a escucharlo y a estar con él si algún día tiene ansiedad o se deprime”.
Arias realiza terapias de recuperación sin olvidarse de Wílder Medina
Todos lo admiran, reconocen su potencial en la cancha, saben que a sus 32 años, Medina está ante la posibilidad de escribir una historia de fantasía en Santa Fe, pero no dejan que la euforia acabe con el proceso que con éxito empezó hace ya nueve meses. “Lo de Wílder es un caso aparte, él tiene una adicción desde muy joven y venimos trabajándolo, la abstinencia no significa que se haya curado. En este momento junto con su terapeuta, lo estamos cobijando y blindando”, asegura el presidente del club, César Pastrana, quien no oculta su satisfacción por saber que con goles y satisfacciones, Medina está pagando la inversión a mediano plazo que hizo desde septiembre del año anterior.
Cobijado por sus colegas, familiares y amigos, Wílder ha logrado hacer que su enfermedad no afecte un memorable 2013, lleno de buenas actuaciones dentro y fuera de la cancha con las cuales se ha ganado un lugar inamovible en el equipo bogotano y la admiración de sus amigos, quienes fantasean con verlo algún día defendiendo la camiseta de la Selección Colombia. Para Luis Carlos Arias un futuro llamado de Medina a la selección sería un premio a la perseverancia, “Wílder deja de jugar un año y medio y vuelve como si nunca se hubiera ido, es un goleador, para mí es un jugador de selección, por la calidad de su fútbol y la clase de persona que ha demostrado ser”.
Mientras la familia cardenal espera por la pronta recuperación de Arias, el mediocampista seguirá en su ardua tarea de guiar el resurgimiento para la vida y el fútbol de Wílder Andrés Medina.
El ángel de la guarda de Wílder Medina
Vie, 26/07/2013 - 13:35
Por estos días Luis Carlos Arias no tiene que superar rivales, las corridas y enganches con la zurda están reducidos. Por unos meses debe dedicarse a las terapias, a disfrutar con la salsa de Tito R