No es normal, o más bien, no es fácil encontrar a alguien que odie la Navidad. La mayoría de las personas gustan de estas fechas en las que para muchos, para casi todos, la unión familiar, la alegría de destapar regalos bajo el árbol de navidad, las cenas de media noche, son hechos motivadores para amar las festividades decembrinas.
A quienes no les gustan las fiestas de fin de años son llamados Grinch, personaje ícono del odio navideño. Pero quién y de dónde salió el famoso muñeco verde que busca, en algún momento de su vida acabar con el espíritu navideño.
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El Grinch es un duende de color verde que hoy tendría algo más de 61 años. Su primera aparición se dio en 1957, en el libro infantil ¡Cómo el Grinch se robó la Navidad!, escrito por Theodor Seuss Geisel, más conocido como Dr. Seuss, seudónimo que tomó en honor a su padre quien siempre soñó con ser médico.
Este duende es peludo y malgeniado y una de sus características más especiales es que su corazón es dos tallas más pequeño que los normales, a ello le deben su mal humor. Vive solo y amargado en una pequeña villa en lo alto de una montaña, en el pueblo de Villaquién, habitada por los quién.
De niño el Grinch, en época de Navidad, fue víctima de bromas y matoneos por parte de algunos de sus compañeros de escuela y eso tal vez, cuenta la historia, lo llevó a encerrarse en su casa acumulando odio por los quién y por las fiestas navideñas.En un diciembre este icónico personaje planeó y llevó a cabo exitosamente el robo de los todos los regalos y adornos navideños de Villaquién. Habiendo logrado su cometido, con el único objetivo de arruinar la Navidad de los quién, el Grinch, acompañado de su fiel amigo Max, un perro de color amarillo, subió la montaña para luego botar por un precipicio los objetos robados pero la unión del pueblo para cantar y seguir celebrando la Navidad sin necesidad de tener regalos o adornos en sus casas, lo llevó a darse cuenta de que el espíritu navideño y la alegría que causaban estas festividades iban más allá de brindar y recibir presentes. Ese confuso sentimiento hizo que su corazón creciera tres tallas, siendo más grande que el de los demás. [single-related post_id="259490"] Al final del cuento el Grinch ya no es duende que odia la Navidad y por el contrario, devuelve lo robado, le encuentra sentido a la fiesta de fin de año y por primera vez en muchos, muchos años, entiende que el espíritu navideño está en su gran corazón.
