Cuando llegaron los periodistas, Juan Camilo Salazar, el ex viceministro de Agricultura, y Oskar Schroeder, ex director de la oficina jurídica del Ministerio de Agricultura, no se encontraban en la casa-cárcel donde están detenidos por el escándalo de Agro Ingreso Seguro. Se hallaban en una diligencia judicial fuera de esa reclusión, localizada en las afueras de la cárcel La Picota. Ambos duermen en el último de los tres cuartos de la vivienda, en un camarote de hierro azul, con colchonetas cubiertas con sábanas del mismo color.
Dentro del cuarto hay un baño de un poco más que un metro cuadrado, que deben compartir los ex funcionarios. En el interior, están sus elementos de aseo personal, una crema dental, dos cepillos de dientes, una caja que al parecer contiene un frenillo o placa dental, una botella de agua cristal y una chuchilla de afeitar desechable. La ducha tiene una puerta acrílica que se desliza. Tienen un televisor de 22 pulgadas, apoyado en la maleta negra del ex viceministro Salazar, conectado a un cable de antena parabólica. Sobre la mesita reposan dos libros, Buda Blues, de Mario Mendoza, y Los Borgia, La primera gran familia del crimen, de Mario Puzo.
En un camarote sencillo duermen ahora los ex funcionarios del Ministerio de Agricultura.
Al interior del pequeñísimo closet de puertas de madera triplex, hay algunas camisetas de la marca Gef, unas pantuflas de cuadritos, un juego de Póker, y otro juego de cartas llamado Uno. El closet hace las veces de alacena, donde además de ropa guardan una docena de paquetes de Doritos, papas fritas y todo tipo de "chucherías" y varias botellas de Cola-Cola de 600 ml. Además, la última edición de las revistas SoHo y Cromos sin desempacar.
Su nuevo comedor es una mesa Rimax, blanca, ubicada a la salida de la cocina, que tiene dos puertas pequeñas que se mueven como las de las cantinas.
El menú alimenticio de Salazar y Schroeder es como el de cualquier recluso de la Picota. Las tres comidas se las lleva un guardia del Inpec a las siete de la mañana, a las doce del medio día y a las seis de la tarde, empacadas en cajas de icopor. Hoy almorzaron carne, arroz, papa salada y una ensalada que se compone de tomate rojo tajado y cebolla cabezona picada.
Revistas de moda, juegos de mesa y pasabocas son los elementos que guardan Salazar y Schroreder en el closet de su cuarto.
La cárcel estará rodeada de rejas de hierro soldadas que los dejarán aislados por completo. Ahora sólo los acompañan dos guardias del Inpec, un árbol silvestre y una estatua de la Virgen con el niño Jesús en sus brazos, a la que sólo le pueden rezar desde la reja de hierro gris que rodea la casa, que ya está lista para recibir también a los primos Nule.

