El arte, a lo largo de los siglos, ha servido como un instrumento para expresar y sublimar la experiencia de los seres humanos. Sin embargo, en la actualidad toma un significado que muchos ignoraban, la de canalizar el dolor y todas esas situaciones negativas para así sanar y crear algo bello a partir de la misma, esto es algo que conoce muy bien Dairo Vargas, un artista que quiso algo más que simplemente crear.
El huilense es reconocido por invitar a los Duques de Cambridge, William y Kate, a intervenir en una de sus obras, sin embargo, su trabajo no se queda en lo estético, ya que para él ha sido muy importante crear conciencia sobre la importancia de conversar sobre la salud mental y emocional.
De esta manera, el artista colombiano creó el proyecto #ElArteEscucha, facultando a niños, jóvenes y adultos para expresarse a través del arte y sanar heridas.
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KienyKe.com entrevistó a Dairo Vargas para conocer un poco más sobre su historia de vida y los proyectos que ha emprendido referentes a la salud mental:
“Nací en el Agrado, Huila, desde muy pequeño estuve pintando, dibujando, desde los cinco años, recuerdo que siempre estaba con mi lápiz y cuadernito, haciendo dibujos de todo tipo y alrededor de los once fue cuando empecé a aprender en el bachillerato un poco de color y a entender un poquito más la pintura.
Alrededor de los quince años vendí mi primer dibujo, mi primera pintura y me empezaron a comisionar para hacer algunos murales en colegios del Agrado, también en Pitalito. Esto nació de manera empírica que empecé a aprender, en el colegio me dieron unas bases de color, pero realmente todo fue empírico hasta cuando fui a Bogotá, donde estudié diseño gráfico, pero al mismo tiempo estaba tomando clases privadas de arte y allí aprendí un poco más sobre color y sobre otras experiencias o diferentes formas de arte”, expresó el artista a la hora de contar sus inicios en el arte.
Sin embargo, al trasladarse al extranjero fue cuando empezó a construir iniciativas que le retribuyen un granito de arena a la sociedad:
“Cuando viajé a Londres, llevo 16 años en Londres, yo llegué en el 2005, la idea de venirme para Londres fue mirar más sobre las posibilidades del arte y como en el 2013 empecé a hacer muchísimo trabajo, yo desde mucho antes llevo haciendo trabajo con niños, especialmente en el Agrado, Huila, se ha trabajado con niños, les ayudaba a sus matrículas, les ayudaba para que ellos pudieran tener uniforme, cuadernos.
Con el tiempo empecé a hacer otros trabajos con fundaciones en Londres, donde trabaja con grupos de niños que de pronto tenían otro tipo de necesidades, más emocionales, entonces empecé a dar unos talleres y esto fue evolucionando, fue avanzando, también trabajé en algunas clínicas privadas, dando soporte artístico y hace unos cuatro, cinco años, empezamos con El Arte Escucha, básicamente nace como un proyecto, una iniciativa para educar sobre la salud emocional, el arte como una herramienta para expresar sentimientos, restaura la autoestima, la creatividad y confianza de cada persona. El arte es básicamente el punto de partida para la construcción y transformación de conflictos internos y externos, permitiendo crear nuevas realidades”.
A continuación, Vargas contó cómo se fue desarrollando El Arte Escucha como proyecto y los grupos demográficos que alcanzó gracias a este:
“En el Arte Escucha, básicamente el primer proyecto se hizo con el nombre del Arte Escucha, en el Agrado, Huila, empezó allí, lo hice con alrededor de mil personas en diferentes lugares, fueron escuelas urbanas, rurales, colegios, gente de la comunidad, hicimos murales, pintamos, hicimos una exhibición al final con pinturas, de niños, de jóvenes, con personas que tienen discapacidad también y se dictaron talleres en la escuela militar.
En Bogotá también se dictaron talleres en dos universidades. Después de esto empecé a hacer otros proyectos en Italia, en Rusia, con niños que tienen cáncer en el cerebro, en Italia fue con personas que tienen síndrome de Down, en Egipto también se hizo un proyecto con niños, en Nepal se hizo un proyecto con niños que han sido rescatados, también fue un proyecto muy bonito".
Asimismo, Dairo Vargas explicó cómo se implementaba la iniciativa a través de guías que los maestros podrían aplicar a sus alumnos:
“Se ha ido avanzando y participando en muchísimos proyectos, este año, principalmente, a través de todo el año, básicamente, cree un curriculum para que fuera aplicado en escuelas sobre salud emocional, especialmente a partir de todo lo que ha pasado en la pandemia, decidí crear este curriculum para que lo aplicaran y aquí estuvieron vinculados, la Secretaría de Educación, el IDEP con el profesor Alexander Rubio que estuvo todo el tiempo con nosotros, ayudándonos, guiándonos, la Secretaría de Educación, nos reuníamos cada mes para hablar sobre el proyecto, contarles cómo iba con ellos y empezamos a hacer trabajos desde marzo.
La idea de esto era crear talleres para profesores, después talleres para niños que iban de cuatro a siete años, de ocho a doce años y de trece años en adelante también. Se dictaron clases para algunas escuelas donde tenían niños con discapacidad, con aprendizajes diversos.
Cada mes se dictaba una clase, yo dictaba una clase en Zoom para todos los grupos, después creé una guía donde los maestros tomaban esa guía cada mes para que ellos la dictaran exactamente como se les describía y posteriormente había una clase donde los maestros dictaban que era un poco más creativo, ellos podían aplicar sobre las dos clases que habíamos dictado anteriormente y también ellos podían traer algo que quisieran o vieran que fuera importante para eso”.
Sin embargo, la creación de esta iniciativa viene desde una historia bastante personal e íntima por parte del pintor, él fue lo suficientemente valiente para crear algo que ayudara a los demás teniendo en cuenta su propia experiencia:
“El Arte Escucha viene de una experiencia personal, alrededor de los veinte años caí en una depresión profunda, la verdad nunca busqué ayuda y duré más de diez años lidiando con este problema, es terrible, fueron muchísimos años de agonía, básicamente tratando de salir, me tocó hacerlo solo por aquello que normalmente la gente, o los que tenemos depresión, no piden ayuda.
Después de tantos años logré salir, haciendo tantas terapias, tantos seminarios, tantas herramientas que he aplicado y logré salir, debido a eso, aprendí tanto, que es a lo que ahorita me dedico, el tiempo y el conocimiento para enseñarle a las personas a cómo salir de esos estados, cuál es ese camino que deben tomar, cuáles son las herramientas que pueden utilizar. En mi caso, la idea es que una de las herramientas más importantes son las artes, yo utilizo la escritura, la pintura, son los más cercanos para mí, pero también todas las artes son importantísimas en este tipo de problemas emocionales”.
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Para terminar, Dairo Vargas explicó cómo funciona las guías a partir de ‘El Arte Escucha’:
“La metodología que se hizo para el proyecto en Colombia para el Arte Escucha con los centros educativos, la idea era tener un acercamiento al arte, era el primer estado, luego tener una exploración individual, donde cada uno de nosotros nos miramos, evaluamos qué es lo que nosotros sentimos, qué es lo que tenemos, esa es la exploración, el primer punto, y es desconectarnos del exterior y acercarnos más a nuestro interior, después viene la expresión y es crear desde los sentimientos, la idea es poder ser compasivos, tener una visión, unas habilidades, una proyección hacia el futuro, después de esto viene una acción y es ese paso que nosotros podemos dar para alcanzar lo que queremos, cuáles son esos nuevos hábitos que nosotros queremos tomar.
La belleza del proyecto que se hizo en Colombia del Arte Escucha con las escuelas es que los profesores, gracias a ellos también, es posible porque ellos dedicaron su tiempo y muchos dedicaron tiempo que no era parte de la escuela, algo que ellos querían dar también, de igual manera, Arte Escucha estaba dando todo el tiempo para que se le pudiera llegar a los niños y entonces nosotros acercábamos, a los profesores se les daban talleres, se les daban talleres a los niños, pero además, las guías que nosotros hacíamos era para que también los padres estuvieran allí haciendo una conexión, una reconexión con sus hijos, porque por todo el tiempo de la pandemia se rompieron muchos de esos lazos, de esos vínculos y la idea era poder acercarlos de nuevo con diferentes trabajos”.
