Estos son los centros de poder en Venezuela

Mié, 09/01/2013 - 12:22
Aunque es evidente la existencia de polarización política en Venezuela, los centros de poder al interior del país no se pueden reducir solo a dos actores: el chavismo y la oposición. En un delicad
Aunque es evidente la existencia de polarización política en Venezuela, los centros de poder al interior del país no se pueden reducir solo a dos actores: el chavismo y la oposición. En un delicado momento político de la nación suramericana, muchos se preguntan cómo será la lucha por el mando nacional en caso de la ausencia del presidente Hugo Chávez, si por cualquier causa se le declarara en falta absoluta. En este escenario resulta ingenuo sostener que la pelea por el poder involucrará únicamente a dos sectores identificados, porque incluso dichas corrientes han mantenido divisiones internas. Además existen otros grupos, incluidos militares, medios de comunicación, sectores económicos e intelectuales, que podrían ser decisivos al momento de definir quién gobernará en el Palacio de Miraflores. Su pugna se ha intensificado en las últimas semanas: la oposición juega a mostrar las más marcadas divisiones dentro de los chavistas; estos últimos, a minimizar la influencia del antichavismo, subrayando sus recientes derrotas electorales y mostrándolo ante la opinión como una agrupación acéfala. Las Fuerzas Armadas no acaban de configurar una posición unificada y al interior del país hay una clara guerra de informaciones que hace crecer la incertidumbre. Ronald Rodríguez, profesor e investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, detalló para KIEN&KE el actual panorama de la pugna política interna venezolana. En su análisis identificó a cinco manos que están atentas para pelear, cuando oportuno, para quedarse con el poder.   Militares venezolanos Los militares Según explicó Rodríguez, a diferencia de otros países de la región como Colombia, en Venezuela los militares tienen un peso histórico y fundamental en la política. “Su sistema se construyó sobre militares; tuvieron tanta influencia que, cuando quisieron, pusieron dictadores, o tumbaron presidentes”, dijo. Un intento de freno que tuvieron los uniformados fue el famoso Pacto de Punto Fijo en 1958, que pretendió hacer prevalecer a las instituciones sobre las fuerzas armadas. Sin embargo, aún hoy un gobernante debe tener de su lado a su ejército y policía si quiere sostenerse en el mando. Los militares están divididos. El primer fragmento identificado por Rodríguez son los afectos al Chavismo, encabezados por altos rangos que ascendieron gracias al Presidente, a cambio de lealtad. “Chávez depuró sus fuerzas militares; hizo retirar a los opositores e inclusive los obligó al exilio, y conservó a los que le dieran la tranquilidad de que no le propiciarían un golpe de Estado”. El segundo fragmento lo conforman los afectos a la institucionalidad. Son fuerzas que anteponen la constitución y el orden a motivaciones políticas. “A pesar de que dentro de la milicia militar hay muy pocos opositores, tampoco es que esté inundado de cercanos a Chávez. Hay muchos independientes que sólo les interesa mantener el estatus quo”, dijo el analista. El riesgo es que ellos creen que en momentos de crisis deben tomar el control del país. Sobre el ala institucionalista Chávez no puede descuidar su conciliación.   Chavismo El Chavismo Desde el inicio del proyecto bolivariano, el chavismo ha conciliado sus divisiones históricas en la figura de un líder: Hugo Chávez. Él logró en 1998 una primera cohesión de fuerzas de izquierda. Luego las intentó unificar en 2006, pero se quedó con varias piezas sueltas. En ese año institucionalizó al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), al que se sumaron varios movimientos, pero así mismo rechazaron importantes fuerzas como el Partido Comunista (PC), Patria Para Todos (PPT) y Por la Democracia Social (Podemos). La primera división dentro del chavismo, según identifica el profesor Rodríguez, se da entre los militantes del PSUV y los que no militan en él pero son leales a Chávez. En este sentido el partido unificado tiene más peso, aunque el aporte electoral de los demás no se menosprecia. Por ejemplo, en las recientes elecciones presidenciales, Hugo Chávez obtuvo el 55% de los votos. De ese porcentaje, un 42% correspondía al apoyo del PSUV, y el restante 13% al aporte de movimientos chavistas no afiliados con el PSUV como el PC, PPT Y Podemos. La segunda división en el oficialismo es al interior del PSUV. La primera es una fracción militar encabezada por Diosdado Cabello, también calificada la “Boliburguesía”. “Son personas que se enriquecieron con la revolución bolivariana, tienen millonarios negocios”, afirma Rodríguez. No por esto carecería del afecto del líder supremo. “Cabello ganó el aprecio de Chávez cuando le ayudó a devolver el poder en 2002 luego del golpe de Estado. Cabello es un importante líder, pero está acusado de problemas por corrupción”, agrega. El siguiente fragmento dentro del PSUV es el “Guevarista-ideológico”, que lidera Nicolás Maduro, al que reconocen como líder no sólo nacional sino regional, y al que hasta ahora no se le ha insinuado ningún escándalo por corrupción. “Es un chavista radical. Su debilidad política es que no tiene mucho diálogo con las dos facciones de los militares que expliqué: los institucionales y los chavistas, cosa que sí tiene Cabello”. El analista no descarta a figuras como el hermano del presidente, Adán Chávez, el exvicepresidente Elías Jaua, el gobernador de Aragua Tareck El Aissami, y el gobernador de Anzoátegui, Aristóbulo Istúriz, quienes aunque ahora no tienen mayor trascendencia política, se perfilan como futuros líderes del socialismo venezolano.   Oposición venezolana El antichavismo La oposición, reseña Rodríguez, no había logrado unificarse antes de las elecciones de 2012. En 2000 y 2006 estaban atomizados: cada partido antichavista presentaba su propio candidato para enfrentar al mandatario, y en consecuencia no obtenía mayor respaldo. Solo hasta el año pasado lograron concentrar a la mayoría de partidos de oposición en una Mesa de Unidad Democrática, MUD, desde la cual se citó a elecciones primarias para obtener una figura única capaz de enfrentar al Presidente. Sin embargo, Rodríguez dice que “la derrota sufrida por ese líder, Henrique Capriles, en las elecciones del 7 de octubre, significó un golpe letal para la oposición, que estaba ilusionada a ganar”. Al interior no hay mayores pugnas, pero sí ausencia de un líder que concentre la esperanza cercana de arrebatar el poder a Chávez. Para Rodríguez, la oposición tiene una cara Política-electoral, que hasta este momento lidera Henrique Capriles. A pesar de su derrota, es el único que por ahora podría encarar al oficialismo en un proceso electoral. Otras figuras, como la diputada María Corina Machado, no son muy respaldadas, por sus posturas radicales. Leopoldo López, una cara joven y apoyada entre la oposición, está inhabilitado, y Pablo Pérez, quien había obtenido la segunda mayor votación en las primarias de la MUD en febrero de 2012, perdió las elecciones regionales de noviembre en su estado, Zulia. La segunda cara del antichavismo es Académica-ideológica, y la tiene Ramón Guillermo Aveledo, secretario ejecutivo de la Mesa de Unidad Democrática. No obstante, no tendría suficiente carisma político para enfrentar al chavismo en las urnas.   Teodoro Petkoff y José Vicente Rangel Los medios y líderes de opinión La guerra mediática es tomada muy en serio por chavistas y opositores. Si se trata de dar nombre propio, Ronald Rodríguez menciona a Teodoro Petkoff del lado antichavista y a José Vicente Rangel del bando oficialista. Los dos son destacados y vehementes colosos dentro de la agenda informativa, y se valen de columnas, programas de radio y de televisión para compartir sus ideas. Por ese motivo tampoco se descartan como figuras electorales cuyo único punto en contra es su avanzada edad. Sus apariciones y bombardeos de opinión se realizan a través de medios con marcadas filiaciones ideológicas. Para muchas de esas empresas su línea editorial les ha costado incluso persecuciones. Contrario al proyecto bolivariano se encuentran periódicos como El Nacional y El Universal, y canales de televisión como Globovisión. El oficialismo tiene a Venezolana de Televisión, Telesur, el Correo del Orinoco y Aporrea, por mencionar algunos.   Refinería venezolana Sectores económicos En este grupo, el internacionalista destaca que, contrario a lo que pudiera pasar en muchos países de occidente, el poder empresarial e industrial no tiene mucha influencia en las pugnas políticas porque muchas veces ha preferido mantenerse al margen. “En 2002, numerosas compañías apoyaron a la oposición en el golpe de Estado y eso les significó duras represalias del gobierno. Chávez atajó el poder empresarial y creó un Capitalismo de Estado”, recordó. Pero no por eso los industriales dejan de actuar según sus intereses. Muchas campañas son financiadas por ellos. Pero el mayor jugador de este grupo es la principal fuente de ingresos a las arcas nacionales: el petróleo, que está en manos de Pdvsa, una empresa estatal y, por consiguiente, controlada por el chavismo.   Lea también La maldición de Bolívar ¿Quién es el médico que sabe todo sobre la salud de Chávez? Cuando a Chávez le da por cantar
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