Como un segundo hogar, así recuerda Arcángel Valderrama a la Fábrica de Licores de Antioquia, lugar al que perteneció durante 33 años y del que por motivos de su jubilación, se retiró en el 2007. Sin embargo, son los valiosos recuerdos y aprendizajes, los que le permiten con orgullo y un poco de nostalgia, seguir llevando a esta empresa en el corazón.
"Inicialmente, a mí me tocaba transportar el personal de la fábrica y yo manejaba el bus de la entidad. Con el tiempo yo viajaba por carretera y conocí todos los municipios de Antioquia y otros lugares de Colombia a donde llegaba la FLA. Transportaba licores y era un orgullo, porque cuando llegaba ese camión decían: “¡Llegó Fábrica de Licores!”, era una cosa hermosa. Yo me bajaba tirando pecho y mostrando el sello de la empresa, con ese orgullo y respeto", contó con la voz entrecortada.
Arcángel ingresó a esta industria licorera en el año 1976, y aunque todavía era muy joven, se destacó por su trabajo y sentido de pertenencia, pues convencido de querer dar lo mejor de sí por su paso en esta empresa antioqueña. Guiaba sus pasos con la pasión y entrega que lo han caracterizado.
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Goticas de sudor
"Mis viejos me contaban esta historia: una vez se prendió un bosque, así que todos los animales salieron de allí, pero el colibrí queriendo evitar el incendio iba por agua a un charco, y claro, como era tan pequeño solo podía aportar una gota para apagarlo. Dios viendo a ese animalito en su insistencia, mandó la lluvia y detuvo el fuego. Por ese pequeño animal, todos los demás pudieron volver a su hogar. Así que puedo decir que por mis goticas de sudor, yo pude aportar también a que la FLA esté donde esté", expresó mostrando su satisfacción.
Entre anécdotas y memorias, este hombre que ha sabido creer en los sueños, recordaba con melancolía los años en los que tuvo la oportunidad de acompañar los pasos agigantados de una de las empresas más queridas en el país, y aunque no pudo evitar las lágrimas, su alegría por compartir que la FLA ha sido su segunda familia, era mayor.
"Yo llegué cuando apenas estaba instalándose en el punto y allí llevaba muy poco tiempo todavía, y es que antes estaba ubicada en la América cerca a mi casa y se llamaba Zacatín. Recuerdo que cuando yo era niño, pues pasaba por ahí y yo no me imaginaba que iba a trabajar para esta importante empresa".
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Selección FLA
Los cambios que en infraestructura se han presentado con la consolidación de grandes bodegas en la institución, también hacen que Arcángel viaje al pasado y recuerde la época donde el deporte también hacía que la FLA se destacara.
"Recuerdo que allí teníamos casi un estadio. En la fábrica hacían torneos internos, donde habían más de 30 equipos de todas las dependencias de la empresa y se hacían olimpiadas. También había un equipo representativo y jugábamos con las empresas de Antioquia, como Coltejer. No era fácil jugar contra la FLA, porque éramos muy buenos", puntualizó.
Fue así como entre risas mostraba el orgullo y la gratitud por pertenecer a una empresa a la que ha visto crecer. Apesar de no permanecer allí como lo desea, destacó una etapa de su vida en la que hizo grandes amigos y con quienes todavía conserva una comunicación, pero sobre todo, la oportunidad para entregar el corazón y dejar una huella de la cual sentirse orgulloso.