Cuando se desbordó el río Bogotá en la vía que conduce de la capital del país a Chía, una tropa de Ingenieros Militares se encargó de evitar que la tragedia fuera mayor. Llegaron en camiones con toneladas de arena y costales para hacer los jarillones que contienen el agua.
Con sus uniformes puestos y botas de caucho llenaron y cargaron bultos durante doce horas. La imagen se repite en todo el territorio nacional. Los Ingenieros Militares, repartidos en todo el país, son los encargados de ejecutar las obras viales en las regiones afectadas por el invierno.
En Cundinamarca la zona más afectada es la que comprende las inmediaciones de la laguna de Fúquene. Este territorio abarca los municipios Ubaté, Lenguazaque y la inspección de Capellanía. Allí hay más de 30 uniformados evacuando a los damnificados y construyendo jarillones.
El Batallón de Ingenieros Militares No.12 hizo la infraestructura vial entre el municipio San Antonio de Atenas y la capital de Caquetá (Florencia), beneficiando a más de dos mil familias. La obra tuvo un costo de 2.418 millones de pesos.
Los militares trabajaron cuando se desbordó el río Bogotá en la vía entre Chía y la capital.
El grupo de ingenieros será el encargado del mantenimiento de la vía entre el corregimiento de Buenavista y Barbacoas (Nariño). En su fase inicial el valor del proyecto es cercano a los 40.000 millones de pesos.
Las labores se han extendido a Santander, Atlántico, Manizales, Antioquia, Caquetá, Tolima y la vía entre Ibagué y Armenia, en el Túnel de La Línea. Debido al invierno, las vías del país están expuestas a derrumbes y deslizamientos de tierra. Miles de toneladas de productos agrícolas se pierden y los pocos que llegan al destino final aumentan de precio afectando a los consumidores.
La brigada de Ingenieros Militares fue creada para colaborar en las tareas de reconstrucción de carreteras, puentes y evacuación de víctimas. Hay más de 500 hombres repartidos en todo el país.