Una de las más cruentas incursiones de los paramilitares comandados por Carlos Castaño fue la masacre de Mapiripán, en los Llanos, ocurrida en julio de 1997. Inicialmente se habló de 37 personas asesinadas de manera cruel en frente del pueblo. Catorce años después, la Fiscalía descubrió que la realidad había sido otra.
No fueron 37 las víctimas sino 13 y el Gobierno, forzado por una disposición de la Corte Interamericana de Derechos humanos, reconoció indemnizaciones millonarias a colombianos que nunca fueron víctimas de la matanza.
Por cuenta de declaraciones de ex paramilitares, se supo que al menos nueve personas no murieron, que otros considerados muertos están vivos y algunos más fallecieron en otro momento y lugar. Las revelaciones tienen contra la pared al colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, firma que representó a muchas de las supuestas víctimas.
Al general (r) Jaime Humberto Uscátegui la Corte le rebajó la condena de 40 a 37 años por la masacre de Mapiripán.
La Fiscal General, Vivianne Morales, anunció investigaciones contra abogados y algunos ciudadanos que se hicieron pasar como víctimas, pero aseguró que la Fiscalía no está desconociendo los horrores vividos en esa matanza.
El escándalo de Mapiripán llegó a tal punto, que el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, dijo que se declarará víctima en este proceso para tratar de recuperar los millonarios recursos pagados por el Estado a quienes se hicieron pasar por víctimas.
Este miércoles también se conoció que la Corte Suprema de Justicia le rebajó al general (r) del Ejército Jaime Humberto Uscátegui la condena de 40 años a 37 por omisión, al no evitar la masacre. Es un duro golpe para un hombre que ya tiene más de sesenta años de edad y seguramente pasará el resto de su vida tras las rejas.
