Ramiro Osorio, exministro de Cultura y hoy director del Teatro Mayor Julio Mario Santodomingo, -desde su fundación, en mayo de 2010- apoya al alcalde de Bogotá para que insista en convertir la plaza de toros en un centro cultural, al margen de todas las críticas y las diferencias jurídicas y legales.
“Yo no soy protaurino. Así que me parece una buena decisión que la Plaza de Toros se convierta en un sitio de cultura”, dijo Osorio.
En su concepto “se pueden hacer espectáculos de muchísimos tipos, incluyendo música y danza. Cuando trabajábamos juntos en el Festival de Teatro, hacíamos una programación muy notable en la Plaza de Toros”.
-¿Se saborea usted con ese escenario?
-Sí, es un escenario fantástico.
-¿Hay alguna puja de los sectores culturales privados para tomarse los dineros públicos?
-Si se refiere a la discusión sobre el Museo de Arte Moderno, quiero decirle que no es una institución privada, es una fundación sin ánimo de lucro. Cómo funciona es otro tema. A mí me parece que Gloria Zea ha hecho un esfuerzo importantísimo desde la creación, y merece el mayor respeto. Cuando yo tuve la responsabilidad pública lo apoyé de manera decidida.
Hay una polémica sobre el reabrir la Plaza de Toros para la fiesta brava, o habilitarla para otro tipo de actividades artísticas.
-¿Qué ha logrado con el Teatro Mayor?
-Tenemos hoy una programación que sin exagerar es de las más importantes del continente y del mundo. El Teatro Mayor Julio Mario Santodomingo es un centro de carácter público, pertenece a la ciudad de Bogotá, al Distrito Capital, tiene una gran biblioteca y un conjunto de teatros, el Teatro Mayor (capacidad para 1340 personas) y el Teatro Estudio, que puede llegar hasta 320. En estos cuatro años y dos meses que llevamos desde su inauguración han venido más de 500 mil personas al Teatro, y la Biblioteca la visitan más o menos unas 50 mil personas cada mes. Estamos hablando de un centro cultural de una enorme actividad y diversidad en toda su oferta.
-¿Cómo les ha ido económicamente?
-El teatro se gestiona y se sustenta a partir de un modelo público privado que tiene recursos de la Alcaldía Mayor y la familia Santodomingo. El público aporta en la compra de las boletas, en un 33 por ciento. También aportan empresas patrocinadoras a lo largo del año: Grupo Bancolombia, Energía de Bogotá y Sura.
-¿Cómo se relaciona el Teatro mayor con el resto del país?
-Lanzamos los festivales más importantes que se llevan a cabo fuera de Bogotá, el Festival Vallenato, el del porro, el Bambuco, el de Ibagué, entre otros.
-Hay quienes piensan elitista la programación del teatro…
-Tenemos boletas a partir de 10 mil pesos; tenemos una escuela de formación de públicos donde el año pasado alrededor de unas 20 mil personas vinieron, que no tienen acceso, no tienen posibilidad económica. Empezamos el año pasado un programa que se llama 100 mil niños al Mayor, de las escuelas públicas, de los lugares con mayores diferencias sociales de esta ciudad (estratos uno y dos), que vienen de noviembre del año pasado a mayo del año próximo.
-¿Van al Teatro Mayor a qué?
-Nos visitan con un sentido pedagógico, y ven espectáculos de música, de teatro, de danza, de extraordinaria calidad.
-Cuando salen de la programación de música clásica o contemporánea para traer algo de lo nuevo como Jorge Drexler ¿cómo eligen a los artistas?
-Tenemos un proceso de selección bastante especial, es un teatro de excelencia en todo, en la música clásica y en la popular. Estamos pendientes de los artistas que están apareciendo en todos los aspectos. El caso de Jorge es uno de los pocos artistas que ha venido todos los años al Teatro. Acabamos de hacer una gala de hip-hop.
-¿Y cuándo se volvió rockero?
-Soy un hombre abierto a todas las músicas.
-¿Estamos aprendiendo a ir a teatro?
-Cada vez más. Los indicadores del Teatro son muy notables. En cuatro años y dos meses… más de 500 mil personas han ido. Bogotá está ávida de una convocatoria cultural de alta calidad. Se acaba de reabrir el Teatro Colón, en fin, se va fortaleciendo la oferta de que Bogotá sea una gran capital de la cultura en América Latina.
-¿El Estado colombiano trata bien la cultura?
-Bueno, siempre faltan recursos, pero se ha hecho desde la creación del Ministerio de Cultura. Yo fui el primer ministro de Cultura de Colombia, antes había sido el director de Colcultura, se ha fomentado mucho la consolidación de las instituciones culturales sin ánimo de lucro. Más que crear instituciones públicas, se ha trabajado para hacer más fuertes las instituciones que nacen desde la sociedad y que están respaldadas por grupos de artistas, por promotores de gestores culturales.
Teatro Mayor Julio Mario Santodomingo.
-¿Cómo evoluciona el Ministerio de Cultura?
-Bastante bien, con pasos fundamentales. El tema de la Ley del Cine ha permitido que la producción cinematográfica se transforme a una velocidad extraordinaria; la Ley del Espectáculo permitió organizar todo el sector de la cultura, racionalizarlo, hacerlo transparente en los recaudos y obviamente lo que ha permitido es esto que estamos viendo, una gran cantidad de espectáculos en Bogotá. La cultura es el escenario fundamental para que este país se desarrolle y para el país del posconflicto, el espacio de lo cultural es el tema clave. La cultura es un eje articulador de todas las políticas públicas.
Hay otro tema muy importante, el de las industrias culturales, el que más crece hoy en el mundo. El tema de la cultura se tiene que tratar como un sector de la producción, que genera riqueza.
"Me gustaría que la Plaza de Toros se convierta en un sitio de cultura"
Mar, 04/11/2014 - 05:05
Ramiro Osorio, exministro de Cultura y hoy director del Teatro Mayor Julio Mario Santodomingo, -desde su fundación, en mayo de 2010- apoya al alcalde de Bogotá para que insista en convertir la pla