Gustavo Francisco Petro nació en tierra de corralejas, Ciénaga de Oro, Córdoba. Allí, en una casa de bahareque y techo de palma, creció en compañía de su papá, Gustavo Petro, maestro de profesión, y Clara Nubia Urrego. El nuevo alcalde de Bogotá es hijo de una familia campesina del Sinú y de un proceso de paz. Hoy, a sus 51 años de edad, fue elegido para desempeñar el segundo cargo más importante de elección popular en el país.
Cuando Petro cursaba segundo de primaria se trasladó junto a su familia a Zipaquirá. Por esa misma época, a los 7 años de edad, comenzó a usar gafas a causa de una miopía y a destacarse como uno de los mejores estudiantes del Colegio Nacional de La Salle de Zipaquirá ─donde también estudió Gabriel García Márquez─.
En las aulas de este colegio público, fundó el periódico Carta al Pueblo, tuvo uno de los mejores puntajes del Icfes en Colombia y se vinculó por primera vez a movimientos sindicalistas y obreros de la región.
A los 17 años aprendió a disparar un arma por instrucciones de una mujer. Se estaba entrenando para ingresar al M-19 cerca de las montañas. No pasó mucho tiempo para que el joven se convirtiera en una figura política de la región. Ocho años después se desempeñaba como concejal de Zipaquirá. Pero la persecución comenzó a hacer parte de su cotidianidad.
El 24 de octubre de 1985, Petro fue encontrado por tropas de la Brigada 13 en un refugio bajo tierra ubicado en el barrio popular Bolívar 83. Un grupo de soldados lo sacaron del pelo a las calles del sector. De allí fue llevado a la Escuela de Caballería en Usaquén donde fue torturado durante cinco días buscando que diera información sobre el M-19.
En un artículo publicado por la revista Soho, contó que lo encerraron en las caballerizas, un lugar donde torturaron a muchos militantes de izquierda. Esposado, sin recibir nada de comer, Petro era golpeado cada dos horas. Tiempo después fue trasladado a la Cárcel Modelo de Bogotá.
El economista llegó por primera vez al Senado de la República en 1991 para trabajar en la Constitución de 1991 y firmó el acuerdo de paz con el gobierno de turno. En 2002 fue elegido representante a la Cámara por Bogotá y cuatro años después fue senador con la segunda votación más alta del país. Se destacó por su debates contra la corrupción, sus denuncias sobre parapolítica, falsos positivos y ‘chuzadas’ del DAS. Allí recibió la medalla "Luis Carlos Galán Sarmiento" por su lucha contra la corrupción, en agosto de 2011. En las pasadas elecciones se lanzó a la presidencia con el Polo Democrático.
Hoy Petro confirma que el Movimiento Progresistas es nuevo protagonista de la política colombiana. En su discurso triunfal, el acalde electo dijo “esta es una victoria del deseo de cambio de la ciudad y nos da unos retos inmensos”.