
Como si fuera la historia de una novela, esta empieza hace 27 años, en 1994, en la provincia de Sichuan en Chengdu, China. Un hombre que vendía frutas cuidaba a su pequeña hija de tres años. Cuando fue a buscar el cambio para darle al cliente que le acaba de comprar, descuidó a su hija tan solo unos segundos en el local. Cuando volvió, su hija había desaparecido.
Wang Mingqing y Liu Dengying son los padres de Qifeng Mingqing, la niña que desapareció. Desesperados, buscaron por 21 años a su hija. Al principio, denunciaron la desaparición ante las autoridades, pegaron avisos, letreros, carteles, pero nada resultó.
Hace tres años el señor Wang decidió convertirse en taxista, para conocer de esa manera a la mayor cantidad de gente posible, y contar la historia de su pequeña. Contó lo ocurrido a unas 17 mil personas, todos pasajeros de su taxi.
https://twitter.com/sextaNoticias/status/981994905340870656
En el taxi tenía pegado un cartel con la foto de su pequeña hija y a cada pasajero le dejaba una tarjeta personal con información para que se pudieran comunicar con él, en caso de que conocer el más mínimo detalle del paradero de su niña.
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Además, fue a la policía para realizar un retrato de la cara de Oifeng, y cómo luciría a los 27 años. En el 2016, el caso llegó a los medios de comunicación chinos y la historia se propagó rápidamente por Internet.
De esta manera, la historia del padre que se convirtió en taxista para encontrar a su hija también la escuchó Qifeng (ahora llamada Kang Ying), que se dio cuenta de que tenía la misma cicatriz en la frente que tenía el retrato hecho por la policía, y también vomitaba cada vez que lloraba, como decía la descripción de las noticias. Por eso llamó a la policía y a sus padres biológicos.
El 1 de abril, dos semanas después, se estaba haciendo las pruebas de ADN que dieron resultados positivos, confirmando que ella era la niña perdida hacía 24 años.
https://twitter.com/Intereconomia/status/981218523413471232
Luego de coordinar el encuentro entre los padres verdaderos y Qifeng, los medios de prensa divulgaron las fotos y un video del reencuentro de una de las historias más esperadas del país. Y lo mejor: con un final feliz en la vida real.
Qifeng está casada y tiene dos hijos. Sus padres adoptivos le dijeron que la habían encontrado en un pueblo cercano, a 20 kilómetros de distancia del lugar de donde se perdió. Le dijeron que estaba justo al lado de una carretera en Chengdu.
"No puedo decirles cuánta esperanza, decepción y desesperación hemos sufrido en los últimos 24 años. Ahora finalmente podemos volver a encontrarnos", dijo el padre emocionado "Ahora, finalmente podemos volver a encontrarnos".