El panorama del alumbrado público en Bogotá fue objeto de un fuerte debate en el Concejo de Bogotá, impulsado por el concejal Leandro Castellanos, quien advirtió sobre la dimensión de la crisis que atraviesa la ciudad.
De acuerdo con datos oficiales entregados por Enel Colombia, entre enero de 2024 y junio de 2025 han sido robadas o vandalizadas 22.236 luminarias, lo que representa un incremento superior al 400% frente a los 4.352 casos reportados en 2022 y 2023.
Castellanos afirmó que “Bogotá se está quedando literalmente a oscuras”, destacando que este fenómeno ha facilitado el aumento de hechos delictivos en distintos puntos de la capital.
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Impacto financiero: más de $32 mil millones en pérdidas
La reposición de los equipos destruidos o hurtados ha significado un gasto enorme. El Distrito ya ha invertido $32.444 millones para recuperar estas luminarias, cuyo costo promedio asciende a $1.459.113 por unidad.
Durante su intervención, el concejal denunció: “¡Nos están robando la luz y el Distrito lo permite! Bogotá está pagando millones por un alumbrado que no funciona y que se pierde ante la indiferencia de las autoridades”.
Un modelo de gestión cuestionado
Castellanos también criticó la estructura administrativa del servicio. Actualmente, el 98% de las luminarias pertenecen a Enel y únicamente el 2% al Distrito, lo que —según argumentó— limita la capacidad pública de gestión e incrementa los costos operativos.
A pesar de que la ciudad cuenta con 354.739 luminarias, de las cuales el 71% son tecnología LED, la cobertura es insuficiente en los espacios donde más se requiere. En los parques de Bogotá, solo 15.789 luminarias de 33.607 son LED, es decir, un 46,9%.
Parques oscuros pese a millonarias inversiones
Las alarmas aumentan debido a que, aunque el IDRD destinó más de $27.000 millones entre 2021 y 2025 para la iluminación de escenarios deportivos y parques, la realidad sigue siendo preocupante. El concejal sostuvo que muchas canchas permanecen en penumbra, afectando la seguridad y convirtiéndose en puntos de miedo para la ciudadanía.
Esto fue calificado por Castellanos como “un monumento al despilfarro y la negligencia”.
La inseguridad crece en zonas sin luz
Las cifras de la Secretaría de Seguridad refuerzan la gravedad del problema. Entre 2024 y el primer semestre de 2025 se han registrado 3.191 hurtos a personas en espacios deportivos, además de un incremento sostenido de delitos en sectores con iluminación deficiente.
Las localidades más afectadas por el hurto y daño de luminarias son Ciudad Bolívar, Kennedy, Engativá, Rafael Uribe y Tunjuelito.
“Cada bombillo que se apaga es un punto más para la delincuencia. La oscuridad se ha convertido en aliada del crimen”, enfatizó Castellanos.
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Llamado urgente a las autoridades
Ante este panorama, el concejal exigió una intervención inmediata y coordinada entre la UAESP, Enel y la Secretaría de Seguridad, para frenar el robo de equipos y mejorar la respuesta en los sectores críticos.
Finalmente, Castellanos pidió revisar la dependencia del Distrito respecto a Enel.
“Bogotá no puede seguir pagando por un servicio que no ilumina ni permitir que la oscuridad se apodere de sus calles y parques. La administración prometió una ciudad segura, pero hoy tenemos una ciudad a oscuras”, concluyó.
