A casi un mes del atroz asesinato de B-King y Regio Clown en México, la indignación y el dolor no han cesado ni en ese país ni en Colombia. Lo que comenzó como una gira musical se convirtió en una tragedia que hoy mantiene en vilo a familiares, amigos y a toda una comunidad artística que exige justicia.
Los cuerpos de los jóvenes artistas fueron hallados el pasado 16 de septiembre a un costado de la carretera México-Cuautla, en el municipio de Cocotitlán, Estado de México. Las circunstancias del crimen aún se investigan, pero los testimonios más recientes, especialmente los del manager de B-King, Juan Camilo Gallego Toro, ofrecen una reconstrucción emocional y reveladora de los días previos al asesinato.
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“B-King no solo era mi artista, era mi familia”
Juan Camilo Gallego, manager y amigo cercano de Bayron Sánchez, conocido artísticamente como B-King, rompió su silencio en el pódcast Más allá del silencio del periodista Rafael Poveda, en el que ofreció detalles inéditos de lo ocurrido antes de la tragedia. Con la voz entrecortada y visiblemente afectado, recordó los últimos momentos junto al joven artista que, según él, “se convirtió en familia”.
“Nunca me había dolido un comentario como este. Ese niño llevaba más de cuatro años conmigo, siempre le dije que tenía talento. Era perfeccionista, dedicado y muy noble”, relató Gallego.
Ambos se conocían desde hace más de seis años. Fue el propio Gallego quien negoció la presentación de B-King en un evento de música electrónica en México, por un pago de 1.500 dólares por cuatro canciones. El evento, según cuenta, ya se venía realizando desde hacía varios años, y aunque en principio buscaban contratar a la reconocida DJ Marcela Reyes, finalmente se decidieron por B-King.
El viaje a México y el inicio de una pesadilla
Al llegar a Ciudad de México, los artistas se hospedaron en un hotel donde empezaron a preparar su presentación. Fue allí donde conocieron a Angie Miller, una actriz de cine para adultos, quien según Gallego, tuvo un acercamiento inmediato con B-King. Aunque no mantenían una relación formal, compartieron tiempo durante su estadía. Actualmente, Miller está detenida por su presunta participación en el crimen.
El día de la desaparición, 16 de septiembre, B-King fue visto ejercitándose por la zona de Polanco. Según Gallego, fue DJ Regio Clown quien lo invitó al gimnasio esa mañana. Desde ese momento, no volvieron a responder mensajes ni llamadas. La ausencia en una reunión que tenían programada esa noche levantó las primeras alarmas.
“Pensé que se les había descargado el celular o que habían salido a tomar algo. A las 2 de la mañana les escribí diciéndoles que era una falta de respeto. Pero en el fondo algo ya me preocupaba”, confesó el manager.
Al día siguiente, Gallego acudió a las autoridades para reportar oficialmente la desaparición. En paralelo, la madre de B-King ya sentía que algo no estaba bien.
Una tragedia internacional
La noticia escaló rápidamente a niveles diplomáticos. Tanto el presidente Gustavo Petro como la entonces jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, intervinieron para acelerar las labores de búsqueda. Finalmente, los cuerpos fueron identificados por la madre de B-King, confirmando el peor de los desenlaces.
“Cuando me dijeron que los cadáveres eran ellos, todo se me nubló. Él solo quería cantar, vivir de la música. Estaba en el lugar equivocado, con las personas equivocadas”, expresó Gallego, conmovido.
El país exige respuestas
El crimen ha dejado más preguntas que respuestas. ¿Quiénes están realmente detrás de los asesinatos? ¿Qué motivó el crimen? ¿Fue premeditado? La captura de Angie Miller ha sido un paso inicial, pero las autoridades mexicanas aún no han dado claridad total sobre los hechos.
Mientras tanto, en Colombia, crece la presión pública por esclarecer el caso. El mundo del entretenimiento urbano ha reaccionado con tributos, mensajes de indignación y llamados a proteger a los artistas emergentes que viajan al extranjero con sueños, y muchas veces, sin garantías de seguridad.
Un artista con alma gigante
B-King, descrito por quienes lo conocieron como un soñador incansable, deja un vacío en la escena musical urbana. Su manager lo recuerda como un joven amable, sin maldad, enamorado de la vida, de su familia y de su carrera.
“Él era un niño en cuerpo de grande, con alma gigante. Era bondadoso, amigable, un completo soñador. No merecía este final”, concluyó Gallego.
