El pasado viernes, MasterChef Celebrity vivió uno de sus episodios más intensos y emotivos de la temporada. La competencia inició con el tradicional reto de campo por equipos, donde el equipo azul logró imponerse, ganándose la victoria. En contraste, el equipo naranja no logró convencer al jurado y recibió el temido delantal negro, obligando a sus integrantes a luchar por su permanencia en la prueba de salvación.
La prueba final, emitida el domingo, se convirtió en un punto de quiebre tanto culinario como emocional. Las celebridades Carolina Sabino, David Sanín, Patricia Grisales, Caterin Escobar, René Higuita y Luly Bossa se enfrentaron en un reto exigente: preparar un arroz especial —dulce o salado— sin margen de error. Los demás concursantes observaron desde el balcón y ofrecieron su apoyo a sus favoritos. Valentina Taguado, en particular, no se despegó un segundo de René Higuita, animándolo y orientándolo durante toda la prueba.
A pesar de los esfuerzos, el exfutbolista no logró convencer al jurado. Su arroz con pollo, aunque ambicioso, quedó excesivamente salado, lo que le costó su lugar en la competencia. La decisión fue dura, pero clara: el mínimo error puede marcar la diferencia, y en este caso, fue definitivo.
Pero si la tensión culinaria marcó el inicio del capítulo, la carga emocional se apoderó del set minutos después. Durante la devolución de los platos, Caterin Escobar presentó un arroz con camarones que conmovió a los chefs. Belén expresó que su plato transmitía el amor de una madre que cocina para sus hijos, lo que provocó una cascada de emociones entre los presentes.
Carolina Sabino, al recibir a Caterin tras su presentación, comentó entre lágrimas que llevaba un mes sin ver a sus hijos. En ese instante, Luly Bossa respondió con una frase que hizo enmudecer el estudio: “Por lo menos tú los volverás a ver”. La actriz no pudo contener el llanto al recordar públicamente la muerte de su hijo en 2024. Todo el equipo, incluidos los chefs, se sumió en una atmósfera de respeto, empatía y consuelo.
Belén, con gran sensibilidad, le ofreció palabras de apoyo a Luly al momento de probar su plato, destacando su resiliencia y fuerza frente a una pérdida tan devastadora. Fue un momento que trascendió la competencia, dejando claro que MasterChef es también un espacio donde las emociones humanas tienen tanto peso como la gastronomía.
