Alejandro Toro

Conferencista y defensor de derechos humanos en Colombia. En la actualidad Representante a la Cámara del departamento de Antioquia por el Pacto Histórico, período 2022-2026. ​​​​

Alejandro Toro

Cómo China está ganado la carrera de la IA

China se ha convertido en el epicentro de una carrera tecnológica que está redefiniendo la supremacía en el orden global. En medio del campo de disputa, China y Estados Unidos compiten por el desarrollo de la inteligencia artificial, el dominio de la producción y el procesamiento de semiconductores, también llamados microchips, así como la posesión de los minerales de tierras raras. 

Frente a este último punto, China presenta una ventaja considerable al controlar el 61% de la producción mundial de tierras raras, como se les denomina a los 17 elementos de la tabla periódica, incluidos el disprosio y el litio, que son claves para el desarrollo tecnológico de semiconductores, luces y teléfonos inteligentes. A su vez, China tiene el 90% de su refinado, uno de los procesos más costosos y difíciles de aprender por el personal altamente cualificado que se requiere.

En este sentido, el gigante asiático domina actualmente una las industrias que supera con creces las ganancias generadas por el petróleo, dado que es esencial para el avance de la Inteligencia Artificial, de la carrera armamentística y del desarrollo tecnológico.

Esto teniendo en cuenta que las tierras raras también son fundamentales para Estados Unidos, en especial, para sus fuerzas armadas, en tanto se necesitan para la construcción de aviones de combate, submarinos, satélites y más elementos armamentísticos, de acuerdo a un informe de investigación del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) de 2025.

Y es que a pesar de que Estados Unidos parece tener cierta preeminencia en términos de inteligencia artificial con el desarrollo de ChatGPT, el número de empresas chinas que se dedican al desarrollo de la IA han superado las 5.300 para septiembre de este año, representando así el 15% del total mundial, según la Academia China de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (CAICT), lo que ha terminado en el lanzamiento de 1.500 modelos de inteligencia artificial a gran escala hasta el momento, la mayor cifra respecto a los demás países, lo que consolida su posición como potencia en el sector.

Aunado a esto, el valor de la industria de este país ha tenido un crecimiento del 24% frente al año anterior, lo que indica una suma de 900.000 millones de yuanes, que corresponderían a casi 470 mil millones de pesos colombianos.

Aunque este nuevo tipo de tecnología puede atribuirse a una creación de los últimos años, China se ha dedicado al desarrollo de microchips desde la Guerra Fría. Durante los setenta, este país inició la implementación de las primeras reformas económicas que permitirían la transferencia tecnológica con otros Estados. De esta manera, en la década de los 90 se desarrollaron políticas industriales sistemáticas, las cuales posicionaron a Shanghái como uno de los primeros centros de producción de microchips de la mano con la Taiwán Semiconductor Manufacturing Company (TSMC).

Mientras tanto, entre los 2000 y 2010 se evidenció un progreso gradual, en donde empresas como HiSilicon, una oficina de diseño de chips de Huawei, entre otras, empezaron a cobrar mayor relevancia. Para finales de 2010, se desató una guerra tecnológica entre China y Estados Unidos, ocasionada por el control a las exportaciones de semiconductores hacia el país asiático, consolidándose como uno de los mayores desafíos de esta potencia por la dependencia generada en este sector.

Como resultado, la relación entre ambos países es un péndulo que oscila entre la rivalidad y la alianza, puesto que, pese a la imposición de aranceles y al control de acceso a mercados por parte de estas dos potencias, entre medio se encuentra una cooperación en donde el 30% de la maquinaria para la fabricación de chips exportada por EEUU sigue llegando a China, mientras que las importaciones electrónicas del país estadounidense siguen incluyendo una proporción significativa de elementos chinos.

Así pues, el gigante asiático ha ajustado las políticas necesarias para lograr la autosuficiencia de semiconductores, por lo menos, en un 50% para el 2025, motivo por el que empresas como Cambricon Technologies, ChangXin Memory Technologies (CXMT), China Electronics Corporation (CEC), HiSilicon, Hua Hong Semiconductor Limited (HuaHong), Shanghai Enflame Technology Co., Shanghai Micro Electronics Equipment (SMEE), SMIC y Yangtze Memory Technology Corp. (YMTC) han sido impulsadas por el gobierno para seguir produciendo microchips y habilitar centros de creación y ejecución de modelos de Inteligencia Artificial, soportado adicionalmente por los 344 mil millones de yuanes (181,9 billones de pesos colombianos) otorgados por el Tercer Fondo Nacional de Inversión para la Industria de Circuitos Integrados.

En la última semana, Alibaba, una asociación privada china especialista en comercio electrónico, ha renombrado una de sus aplicaciones de inteligencia artificial como Qwen-3, uno de los modelos de lenguaje complejo más avanzado, incluso equiparable a ChatGPT.

Este chatbot se considera uno de los nuevos asistentes a la vanguardia en inteligencia artificial, alternando entre un modo de procesamiento lento y uno más rápido para tareas complejas, entre estas, la edición de texto mejorada, la generación de imágenes a mayor calidad y precisión, la proporción de herramientas para investigación profunda, la programación de códigos, entre otros elementos que pueden admitirse en más de 119 idiomas al alcance para todos los usuarios y usuarias.

En ese contraste, es posible advertir un hallazgo: mientras Qwen se abrió al público sin barreras y le permite a todo el mundo navegar y disponer de las herramientas que ofrece, ChatGPT, el asistente de IA por excelencia de Estados Unidos, funciona bajo un modelo de pago que restringe el acceso, una ironía para un país que defiende la democracia y la equidad.

Y así, incluso en el terreno digital donde se presume igualdad, el país que se proclama defensor de la democracia termina levantando muros económicos que limitan quién puede participar realmente del futuro tecnológico, un recordatorio de que cuando prevalecen los intereses económicos, la democracia queda en segundo plano.

Creado Por
Alejandro Toro
Más KienyKe
Gustavo Petro reafirmó que no respalda al gobierno de Maduro ni una invasión de EE. UU., mientras una polémica declaración de la canciller reabrió el debate sobre una salida negociada.
Lula se declaró "muy preocupado" por el despliegue militar de país norteamericano en el Caribe en el marco de la creciente tensión con Venezuela.
La presentadora de Noticias Caracol contó la grave emergencia de salud que la mantuvo dos meses fuera de cámaras, con cinco cirugías y una hemorragia interna que casi le cuesta la vida.
El Consejo de Estado ordenó suspender un helipuerto y reubicar otro en Guatapé al concluir que el ruido vulnera derechos colectivos y afecta la tranquilidad y el ambiente sano.
Kien Opina