
El reconocido cantante colombiano de música tropical y popular, Charlie Zaa, enfrenta uno de los escándalos más serios de su carrera. La Fiscalía General de la Nación anunció la aplicación de medidas de extinción de dominio sobre una serie de bienes a nombre del artista, valorados en más de 25.000 millones de pesos, por presuntos vínculos con estructuras paramilitares.
La discoteca El Oasis, epicentro de la polémica
Uno de los bienes más emblemáticos afectados es el centro comercial El Oasis, ubicado en Girardot (Cundinamarca), donde funciona una de las discotecas más famosas de la región. La Fiscalía también intervino las discotecas Kapachos y Solaris, situadas en la zona rosa de Ibagué. Todos estos inmuebles estarían relacionados con una red financiera que habría sido utilizada para lavar activos del Bloque Tolima de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Las sospechas surgieron a raíz de varios testimonios de exparamilitares postulados a la Ley de Justicia y Paz. Uno de ellos relató haber entregado dinero mensual a supuestos representantes de la organización en locales comerciales que presuntamente pertenecen a Charlie Zaa o personas cercanas a él. Las declaraciones también implican reuniones frecuentes entre allegados del cantante y alias Daniel, comandante del Bloque Tolima.
¿Testaferro del paramilitarismo?
Carlos Alberto Sánchez Ramírez, nombre real de Charlie Zaa, es señalado como presunto testaferro de este grupo armado ilegal. La Fiscalía sostiene que habría facilitado la adquisición de inmuebles y administrado negocios con fondos provenientes de actividades criminales, entre ellas el robo de hidrocarburos, homicidios por encargo y cobros extorsivos.
Uno de los testimonios más comprometedores provino de Ricaurte Soria, exintegrante del Bloque Tolima, quien declaró que allegados al cantante entregaban regularmente cuentas de la discoteca Kapachos al comandante paramilitar. Otros excombatientes como Indalecio Sánchez, alias Fredy, y Atanael Matajudíos coincidieron en señalar la existencia de reuniones en propiedades ubicadas en Guamo, Melgar y Girardot, todas relacionadas con negocios entre Zaa y alias Daniel.
La defensa del cantante
En medio del escándalo, Charlie Zaa ha optado por el silencio. Según su esposa, el artista no emitirá declaraciones mientras consulta con sus abogados. Sin embargo, en su defensa ante las autoridades, el cantante explicó que adquirió los terrenos donde se construyó El Oasis con regalías obtenidas por la venta de sus discos, y que los puso a nombre de su padre. Añadió que dos locales fueron entregados como parte de pago de una casa, pero negó vínculos con organizaciones ilegales.
No obstante, la Fiscalía encontró inconsistencias en la documentación de la construcción del centro comercial. No existen planos arquitectónicos ni estructurales, ni registros financieros que respalden las obras de adecuación del inmueble. Tampoco se hallaron evidencias de gastos o cronogramas de construcción del hotel y la discoteca que allí operan.