Un ejemplo de ello fue Andrés Cancimance, Representante a la Cámara por Putumayo, quien desligó de género los tacones e hizo uso de ello, como una muestra clara de la moda como poder político.
Otra de la senadoras que sorprendió fue Cathy Juvinao, quien con un encantador vestido exaltó su belleza y sus causas políticas.
La senadora Martha Peralta, lució una manta wayuú fabricada por artesanas de La Guajira y la diseñadora Blanca Fernández. Haciendo Honor a su tradición cultural.
Jennifer Pedraza, representante a la Cámara por Bogotá llevó un colorido y representativo blazer de lana rosa, teñido con cochinilla, flores ojo de poeta y eucalipto, de la colección Jardines del Espacio de Reincorporación de Icononzo. La prenda fue hecha entonces por Manifiesta y Tarpu.
Por su parte el representante y presidente de la Cámara, David Racero, lució una camisa blanca con bordes tejidos representativos de las cultura regional colombiana.
La senadora antioqueña Berenice Bedoya portó un traje diseñado por la marca paisa Alado y tejido a mano por las indígenas Tule del Urabá antioqueño.
Mafe Carrascal lució con un vestido negro, el cual acompañó de un cinturón, una pieza artesanal, hecha por Tejidos Chakana, firmantes de paz.
La primera palenquera congresista en la Cámara, Cha Dorina Hernández, llegó al Salón Elíptico con un capa con estampados en blanco, negro y amarillo, colores tradicionales de las comunidades afro.
Por su parte, Katherine Miranda exaltó su belleza con un atuendo de colore sneutrales y grandes proporciones.
Aida Quilcue, la primera mujer indígena que llega al Senado de la República por la circunscripción especial Indígena hizo alusión a su pueblo con un traje representativo de su comunidad.