Santa Fe, Junior, América y Medellín se convierten en los principales centros de atención en la fiesta de final de año para la estrella de Navidad.
El campeonato avanza de a pocos y los equipos van mostrando su estilo de juego. Por un lado, Independiente Santa Fe, con el charrúa Gregorio Pérez muestra un orden en la saga defensiva (marca personal, poco espacio entre las líneas y potencia en los duelos) que lo lleva a ser un equipo sólido y fuerte con jugadores como Baldomero Perlaza, Javier López. Pero el talento también ha vuelto, y las individualidades de Wilson Morelo, Yamilson Rivera, Omar Pérez hacen temblar los arcos rivales.
Por otro lado, el Junior de Barranquilla sabe que la octava se convierte en una obligación y más porque se aproximan elecciones políticas en La Arenosa. Y es que el Tiburón con juego de primer toque, intensidad en los manejos de tiempos, apertura de canchas junto al talento de Yimmi Chará y Teofilo Gutiérrez se han convertido en un dolor de cabeza (o si no preguntemosle a La Equidad y América de Cali).
También hay que tener en cuenta lo que está haciendo el diablo vallecaucano. Desde la dirigencia comandada por Tulio Gómez, las apuestas han ido más allá de pelear un tema que genera dolor de cabeza: el descenso.
La apuesta de William Arboleda junto al Queso Fernández y Dario Botinelli quiere ser la clave para dar alegrías a los escarlatas, pero quizá el problema ha pasado por la generación de ideas que permitan concretar las opciones.
Así es como la Liga Águila 2017-II poco a poco se sigue formando, y parece que el color rojo podría tomar protagonismo, teniendo en cuenta que la vida estrella de navidad es la más tentadora para los clubes… Y todo indica que la liga puede estar: Al rojo vivo.
