"Apuntes de Viaje (1) El Guernica lo mata todo"

Decidí estrenar el 2014 en el sudeste Asiático, voy a ver si algo les escribo. Apuntes de Viaje (1) El Guernica lo mata todo. Antes de empacarme 18 horas en el avión en el que estoy metido y que está por llevarme a Bangkok, decidí pasar 2 noches en Madrid. Allí fui aplastado por el Guernica que dejó Picasso decorando el Museo Reina Sofía, el mismo que no había podido conocer, pues la suerte quiso que durante mi anterior visita a Europa dejara Madrid para el final y de los tres Museos que la representan, el Prado, el Thyssen y ese que menta a la monarca, fuera este el que se quedó sin ver por andar cerrado el dia anterior a mi partida. Aquella  vez, sin saberlo, me había perdido de lo mejor al no haber podido visitar el lugar que atesora esa inmensa maravilla iconica, que incrustó al maestro español en la historia. Yo de arte muy poco sé. No se imaginan como me caen de mal esos que estiran el acento cuando hablan de composiciones y conceptos, y de escuelas y estructuras, y de matices y volúmenes, con tipos ordinarios e ignorantes, que como yo, escasamente atinan a decir, bacano si les gusta y que mierda es esa si no lo entienden. Esta vez, al Asia, me traje a la misma hembrita  que llevé hace dos años al periplo que hice por Europa, estudiante de bellas artes que mucho sabe y que se toma en serio la labor de enseñarme. De aquellas cátedras deliciosas, me queda una conclusión personal que logro cerrar con esta visita y que podríamos catalogar cómo "apreciación libertina de un gamín inculto, surrucuca y brinca tapias" Ahí va: De Londres a Roma, de París a Holanda, de Praga a Venecia, de Barcelona a Figuerras, surrealismo habrá de matar siempre a impresionismo y cubismo, y por supuesto, Dalí mata Picasso, pero el Guernica en el Reina Sofía, en directo, como dios lo trajo al mundo, ese que ayer me hizo llorar... ... lo mata todo. Le leo lo escrito a mi compañera de viaje. Me dice que de sus lecciones, nada se me quedó en la cabeza. "No es que uno mate al otro, son sólo visiones del mundo diferentes, en épocas diferentes y circunstancias diferentes"  Asegura, mirándome cómo si le hubiera escupido una blasfemia en los ojos. Yo en cambio estoy muy orgulloso de este gran concepto, que habrá de reconducir  los cauces de la historia del arte. El inmenso avión de Quatar Airlines se ladea, descubriendo la ventana de mi vecino que se pinta por un segundo de los campos españoles, famélicos y desnutridos, cafés y pálidos por el invierno más frío de los últimos cien años. En mis piernas, sonriéndome, una de las prácticas guías de viaje que me regaló mi papá de Navidad. Bangkok brilla en una foto que muestra un templo dorado. Twitter: @eldiabloesdios