- Qué bregadera tan infinita para lo lograr lo que hasta ahora parece imposible.
Botones de camisas a punto de explotar, pantalones ajustados, ni se le ocurra tomarme una foto de perfil y ni hablar de la amarrada de los zapatos la cual adopto diariamente como la abdominal del día.
Algún pendejo me dijo que con la barriga que llegaba a los 30 era con la que me quedaba. A penas escuché semejante comentario, quise apostar hasta el último centavo que tenía en la billetera a que no era cierto pero algún presentimiento enviado por el universo me frenó a callarme la bocota. Y si, el tal pisco ese tenía la razón, aunque tengo fe en mi lucha para lograr que aquel mito urbano sea falso.
Todo comenzó con una importante reunión de negocios y un traje de corbata empolvado, sin olor a naftalina por supuesto. Saqué aquel atuendo de color gris oscuro y qué mejor que una camisa blanca para adornar su interior.
Hora de la cita: 9:00am y a las 8:20 ya estaba bañado, afeitado, con bóxers, medias y pantalón puesto. No quedaba más que engalanar este cuerpito con la camisa blanca que reposaba muy bien planchada en una silla. Calculo que hacia las 8:21 am apunté el primer botón de la parte inferior y no me demoré más de 18 segundos en llegar al cuello. Fue ahí donde comenzó el problema...
3 minutos de pellizcos, uña, dedo índice y gordo ya rojos intentando meter el botón en el agujero hasta que lo logre! Mi cara algo colorada por tan abrupto esfuerzo y más allá de eso una leve-amplia incomodidad para mover el cuello, pero como colombiano promedio ustedes saben que eso "cede".
Bastó una inclinación de 10 grados para que ese botón del cuello saliera disparado y... emergencia!! 8:35 am, cita a las 9:00 am y botón extraviado. Rápidamente me cambié de camisa y la historia no fue muy distinta, rasguño, pellizco, uña, cuello rojo pero esta ya me quedaba algo suelta entonces proseguí a ponerme la corbata y me retiré con un genio algo "cocodrilezco" pero victorioso.
No voy a entrar en detalles de cuantos botones de camisas tuve que correr un poco hacia la "esquinita" para darle campo a este musculoso cuello y evitar un gasto grande en ropa, pero pues ya podrán imaginar el reto que a partir de ese momento me acompañaba.
ABDOMINALES: Esta práctica es dolorosa, aburrida y luego trae un dolorcillo de espalda, que se puede evitar si el ejercicio lo hacen en la cama o una colchoneta en el piso. No vi resultados.
ELÍPTICA: Dado mis múltiples ocupaciones, solo después de las 19:00 hrs (7:00 pm) podía dedicarle un tiempo a esto y el resultado era: 1 hora de ejercicio y una generosa desvelada hasta las 2:00 am con el corazón a mil y un calor girardoteño, espeso y húmedo, interno y externo que no toleraba cobija alguna, almohada o pijama.
TROTAR: En un acto de inmensa honestidad les contaré que salí al parque a las 6:00 am con el más grande ímpetu deportista y todo terminó cuando al avanzar no más de 60 metros, terminé casi ahogado, mareado y con calambre en un gemelo. Gracias a los ángeles que nunca me desamparan fui auxiliado por dos señoras de 65 y otra de 68 años quienes al final me invitaron a darle 5 vueltas al parque caminando y lo logré con éxito. Ya se veía venir que NO volví a trotar... (Al menos en ese parque).
CROSSFIT: Yo siempre decía que lo mío es algo de competencia, que me exija algo parecido a mi amplio entrenamiento militar, algo que fuera digno de esta musculatura en reposo y que sacara de mi esta fiera deportista que soy! Si Señores! Así fue! 1 hora extrema de ejercicio, un jugo de naranja con zanahoria al terminar el entrenamiento y luego llega uno a la casa exhausto y se empuja dos pedazos de carne con arroz, huevos al gusto, sopita, ensalada y si hay algo en el florero vénganos en tu reino también.
Al final, juego tennis dos veces a la semana, he dejado las hamburguesas y la pizza y los perros calientes (considerando que soy catador internacional de estos platos) y acá sigo esta lucha que con seguridad la sacaré adelante y el secreto para bajar la barriga a los 35 será revelado con grandes bombos y platillos.
Esta es una breve historia de vida que plasmo en este espacio para todos aquellos amigos, conocidos, amigos de mis amigos, desconocidos, lectores y demás personajes que se identifican con este redondo karma que tenemos que eliminar por salud, economía, bienestar, ego e infinidad de pendejadas que a la final solo lo importante es la determinación y la disciplina que tengamos para querer hacerlo.
Sotero
@tatootero79
Bajando la barriga a los 35
Mié, 08/10/2014 - 11:42
- Qué bregadera tan infinita para lo lograr lo que hasta ahora parece imposible.
Botones de camisas a punto de explotar, pantalones ajustados, ni se le ocurra tomarme una foto de perfil y ni habla
Botones de camisas a punto de explotar, pantalones ajustados, ni se le ocurra tomarme una foto de perfil y ni habla