Con todo el tema de las compras navideñas y el bombardeo publicitario de las grandes marcas (que se acentúa por la época), empecé a pensar en una frase de Vivienne Westwood (diseñadora inglesa, responsable por la moda punk) “Buy less, choose well” **Compra menos, escoge bien…
Para algunos es un poco bizarro que una persona que vive del mundo de la moda diga esas palabras, cuando por lo general es esta industria la que nos empuja hacia el consumismo, liderado por tendencias y “must have” de la temporada. Esa actitud nos lleva a querer comprar mucho, lo que implica buscar los precios más bajos ofertados por las grandes marcas, las productoras del fast fashion.
El fast fashion es el lado masivo de la moda que ha invadido las calles y los centros comerciales, sembrando la idea general que la ropa de ahora es desechable.
En este post quiero contarles que el estándar de calidad de vida útil de estas grandes marcas dedicadas al fast fashion, es alrededor de 40 lavadas. El negocio de estas empresas está en producir en una semana y de manera masiva las últimas tendencias en moda a un precio muy bajo, lo que implica telas de baja calidad, acabados defectuosos, bajos salarios y dudosas condiciones laborales.
Pero lo que a veces se nos olvida es que esas grandes marcas no son la única fuente de moda y estilo en el país. En estos últimos años el diseño colombiano ha crecido significativamente, comercializando sus productos por medio de ferias de diseño (Las puertas del cielo, BURO, La Divina Feria, entre otras), tiendas multimarca (The Backroom, Oh Boutique, La Percha, Köz, entre otras), o tiendas propias. Para sorpresa de muchos el precio muchas veces no varía de lo que podrían encontrar en las grandes tiendas. Por el contrario al apoyar el talento local tendrán valores agregados como: exclusividad, mejor calidad de telas y acabados, prendas a la medida del cliente y la satisfacción de saber que apoyó el producto colombiano.
Esa frase de Vivienne Westwood y el hecho de que en Colombia existe una buena propuesta alternativa en diseño, me llevan a motivarlos a que este año traten de evaluar sus compras, y no se dejen guiar solo por el precio, o el hecho de que es una marca conocida. Tomen la iniciativa de comprar una sola prenda que sea de buena calidad y que con el paso del tiempo se va a seguir viendo bien, en vez de comprar varias prendas que al cabo de dos semanas se les nota el deterioro. Es decir uno de los grandes beneficios de Colombia, es que no tiene estaciones, por lo cual una prenda que compraste en julio la puedes volver a usar en enero sin problema… y no corres el riesgo de congelarte o morir lentamente de calor. Por qué no comprar una prenda que te va a durar más de los 3 meses que dura una estación y que además está apoyando el talento colombiano?
@marifulleda