Si sueñas con Nueva York y con Europa
Te quejas de nuestra gente y de su ropa
Vives amando el cine Arte del Normandie
Si eres artista y los indios no te entienden …
Así comenzaba una buena canción de Los Prisioneros, en los años ochentas del álbum “Pateando Piedras”, la cual deben recordar, a propósito de las novelas de moda por estos dias, además sonaba muy bien aquel bajo interpretado por Jorge Gonzalez.
Criticaba esa clase llena de prejuicios que anhelaba una mejor sociedad, de más clase y más intelectual, la sociedad Chilena de ese entonces.
Hoy día, las cosas no han cambiado mucho, diría que han empeorado mas, particularmente en Cali, es una ciudad abierta, epicentro y destino de muchos emigrantes de distintas zonas del país. No por eso deja de ser una ciudad salvaje a la hora de juzgar, catalogar o tildar algún grupo o tendencia social.
Se dice que una persona prejuiciosa, es aquella que emite juicios, antes de conocer, un prejuicio es una construcción cultural de las sociedades, es una elaboración basada en creencias, además, tienen un alto grado de generalización y se contraponen generalmente a personas que pertenecen a un determinado grupo, adjudicándole calificativos negativos como que son ladrones, irresponsables, vagos, perezosos, sucios, malos trabajadores etc.
Y son victimas desafortunadas de estos estigmas, no buscados, muchos, en la pequeña e interminable lista están: los negros, los oficinistas, los empleados públicos, los conductores del MIO, los que montan en MIO, a los altos, a los bajos, a los gordos, los flacos, los gays, los no gays, a los de la universidad del Valle, a los de la Universidad Javeriana, a los que venden chontaduros, a los que venden mangas, a los que limpian vidrios, a los policías, a los guardas de transito, a los que manejan taxi, a los que manejan bus, a los que trabajan de noche, a los que no trabajan, a los pobres, a los ricos, a los del oeste, a los del distrito de aguablanca, a las secretarias, a los jefes y sigue contando; se dice todo de todos, que son esto, que hacen lo otro, en fin se le asigna juicio a priori todo lo que se mueva o respire. Así es en nuestra sociedad por donde se le mire hay prejuicio.
Se le prejuzga a Ud., a mí, yo lo prejuzgo, Ud. prejuzga, en fin, es un verbo que casi supera los tiempos posibles de conjugación.
Todo se califica, se prejuzga, se juzga y luego se le da una juzgada más, por si acaso quedo mal juzgado. Así pues estaremos seguros de haber juzgado bien.
Tal vez es una reacción natural hacia lo desconocido, a lo nuevo que podemos percibir como amenazante a nuestro territorio, pertenencias o privacidad.
En todo caso en extremo, son actos que promueven la violencia y la no inclusión de los ciudadanos en la sociedad que les vio llegar foráneos o nacer en esta tierra, los prejuicios son algo humano, social, una defensa tal vez.
Pero la verdad es que aquí, todos somos más parecidos y semejantes que distintos en ultimas, guardando las proporciones y manteniendo la necesaria individualidad.
Y si, podría decir que soy el primer prejuicioso, pero le rebajo al tono de mis prejuicios y Ud ?
¿?
¿Cuál es la importancia de los prejuicios?
Sáb, 05/10/2013 - 02:59
Si sueñas con Nueva York y con Europa
Te quejas de nuestra gente y de su ropa
Vives amando el cine Arte del Normandie
Si eres artista y los indios no te entienden …
Así comenzaba un
Te quejas de nuestra gente y de su ropa
Vives amando el cine Arte del Normandie
Si eres artista y los indios no te entienden …
Así comenzaba un