Del español al alemán

Vie, 14/07/2017 - 03:21
Al parecer, la mejor noticia en la presente semana que apenas va por la mitad, ha sido la transferencia en calidad de préstamo del 10 Colombiano James Rodriguez al FC Bayern Mûnchen
Al parecer, la mejor noticia en la presente semana que apenas va por la mitad, ha sido la transferencia en calidad de préstamo del 10 Colombiano James Rodriguez al FC Bayern Mûnchen, ni siquiera los avances que se han tenido en materia económica o de paz en el país han logrado mover de la misma manera las emociones de los nacionales, como si lo ha hecho la noticia del traslado del jugador cucuteño del fútbol español al alemán. Sin embargo y como nos ocurre en muchas otras situaciones cotidianas y sociales, una noticia que nos debería alegrar por el reconocimiento al talento del colombiano, se convierte en excusa para las agresiones e insultos injustificados e innecesarios. No se había aun concertado la transacción, cuando ya cientos de compatriotas llenaban las redes sociales de insultos y agravios, no solo al técnico merengue, por su relación tormentosa con el colombiano en el anterior equipo, sino a los nuevos compañeros de Rodríguez, incluyendo por supuesto a su nuevo técnico Carlo Ancelotti y al actual numero 10 del equipo Bávaro Arjen Robben, culpándolos y hasta amenzandolos anticipadamente por la suerte del colombiano. Desde ya, se han hecho sentir los "hinchas" del capitán de la selección colombiana, exigiéndole a Robben que le entregue la dorsal 10 del cuadro Germano, so pena de someterse en adelante a los insultos y ataques virtuales, como ya lo habíamos visto en contra del técnico Zinadine Zidane, cada vez que no alineaba al jugador. Aunque no es la primera vez que los colombianos muestran en el extranjero, las mas bajas pasiones en contra de jugadores de otros equipos, ya lo veíamos en el anterior mundial, donde los insultos y ofensas a los jugadores del equipo, si resulta particular que los insultos hacia los contrarios de James, lo acompañen en cualquier lugar donde esté, es quizá la primera vez que un jugador colombiano en el extranjero, logra despertar tantas y tan viscerales pasiones en sus hinchas y seguidores. Desde 1930, cuando Eliseo Frigerio Payan, el primer jugador Colombiano en el extranjero del que se tiene registros, hasta los más recientes jugadores exportados, pasando por los mas recordados, incluso el mismo Adolfo "El tren" Valencia, quien también jugó en el equipo alemán, ninguno había suscitado tantas reacciones a su alrededor. Esperemos que las próximas dos temporadas, acordadas inicialmente para la participación del colombiano en el FC Bayern Munich, le traigan tantos éxitos como los que se merece, pero también esperemos que durante esas mismas temporadas, la hinchada del cucuteño, encuentre el sosiego, la tranquilidad y la calma que se requiere para disfrutar del buen juego y del deporte, y aprender a verlo como lo que es; un deporte, donde los jugadores vienen y van y que las experiencias positivas o negativas hacen parte del espectáculo, es necesario desarrollar nuestra tolerancia a la frustración, para cuando las cosas no salgan como la afición quisiera, porque, aunque quisiéramos que tanto James, como todos los deportistas y artistas y todos aquellos que sacan la cara y se esfuerzan por dejar en alto el nombre de Colombia, sean siempre reconocidos y exaltados, no siempre sucede así y en esos momentos donde esperamos que esos deseos pasionales de éxito no terminen desdibujándose por aquellos que no han aprendido aun a manejar sus emociones.
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