La visita del Papa en cualquier momento es un acontecimiento para los países y más aún para los católicos como Colombia, lo interesante es cómo evaluar el impacto de su visita. Los momentos para cada pueblo son diferentes según los acontecimientos y la coyuntura. No es claro el propósito de esta visita ahora y desafortunadamente se mezcla con razones políticas.
Es imposible para el Gobierno del Presidente Santos decir que no tiene un trasfondo político cuando se afirma que viene a validar el Proceso de Paz. Será posible pensar que ¿Santos necesita un impulso del Papa para poder darle algo de legitimidad al Proceso de Paz con las Farc que no ha podido implementar durante un año?
Por otro lado, llama la atención que ante una gran crisis económica, que ha requerido de reformas tributarias, aumento del IVA, salida del país de importantes multinacionales, paros reiterados de diferentes sectores, etc… se tengan recursos para financiar la visita de tan importante personaje. Lo que nos devuelve a pensar la verdadera razón de su visita.
Será llamativo observar cómo los grandes personajes de la política, estarán sentados en primera fila para recibir la bendición de Francisco, mostrándose como abnegados católicos. Muchos investigados por corrupción y cuestionados por su actuar público.
Obviamente como los colombianos sufrimos de amnesia permanente frente a los acontecimientos importantes, esta semana ante la visita del pontífice se nos olvidará la investigación de la DEA a los magistrados y exmagistrados de las altas cortes por corrupción, o la extradición del Exdirector Anticorrupción Gustavo Moreno, o la información clasificada que entregará la Fiscal Ortega contra Maduro, o la evasión de la justicia por parte de las exministras Parody y Correa.
Creo que esta visita es una gran cortina de humo para el Presidente Santos con un toque de amnesia selectiva que sufrirán los colombianos ante tan importante evento en un momento catastrófico para la ética pública.
Así mismo, valdrá la pena evaluar cuántos presenciarán el evento dado que muchos empleados han pedido permiso para tomarse el viernes y así desde el miércoles al domingo se lo tomarán de descanso con las familias. Esto significa que la visita del Padre Santo es una gran excusa para tomarse 5 días de vacaciones, pues no funcionarán las entidades públicas, alguno bancos, colegios o universidades. Un día cívico a todo confort.
Que decir de las inversiones que se han hecho para aparentar que tenemos ciudades limpias y organizadas, un ejemplo es la calle 26 en Bogotá. Este es el camino desde y hacia el aeropuerto El Dorado, lleno de grafitis y con mala señalización. Mágicamente se limpió y se pintó esta semana, mostrando una avenida nueva, limpia y civilizada. ¿Será que tenemos que esperar a la visita del Papa para que se mantengan limpias las calles?
La visita es un remedo de gestión para este gobierno, es un gran momento para el Presidente Santos de mostrar tan importante acontecimiento el último año de gobierno que generalmente es muy difícil para todos los presidentes.
En este caso con tan baja popularidad es una gran excusa para mostrar algo importante en 7 años que si bien no depende de él propiamente, si de su impulso diplomático. El país nunca olvidará que fue Santos quien trajo al Papa Francisco.
Por otra parte, la visita se da en un momento eminentemente electoral. Estamos a 7 meses de las elecciones parlamentarias y 9 meses de las presidenciales. Cada candidato presidencial se mostrará afecto a la causa religiosa, es más, veremos convertidos a más de uno a plenos católicos cuando llevan mucho tiempo sin pisar una Iglesia o practicar algún acto religioso.
Esta será una gran oportunidad para observar la doble moral propia de nuestra sociedad colombiana, donde todos se alistarán para aparentar que el país está en un gran momento. Donde todos nos hemos reconciliado, donde hay una economía próspera (solo viendo el papa móvil) etc… Cuando la verdad es que somos un país en crisis, sin recursos, inundados de corrupción y donde el proceso de paz esperado para reconciliarnos no ha dado ningún fruto distinto a la violencia entre partidos políticos y la falta de aceptación de las Farc en cualquier escenario social.
Esperemos al Sumo Pontífice y que la próxima semana recuperemos la memoria respecto del verdadero país que tenemos.
