EL PERIÓDICKO
Adriana La Rotta publicó recientemente en El Tiempo (un periódico colombiano de amplia circulación nacional y destacado rival de El Periódicko), una columna en la que señala que “el 97 por ciento de toda la población mundial vive en países en donde la tasa de fecundidad va en retroceso”. La periodista explicó que de esa preocupante tendencia mundial no se escapa Colombia, pues en nuestro país “el número de hijos por mujer cayó de manera dramática en un lapso relativamente corto: de 7 en 1965 a 2,1 el año pasado”.
(Vea totalmente gratis –y por cortesía de El Periódicko- el link de la columna de la señora La Rotta. Si el enlace está roto, de antemano le ofrecemos excusas)
Para la opinión pública, el dato sobre el descenso de la tasa de natalidad en nuestro país pasó desapercibido. Pero no para El Periódicko, el único medio que está en la “pomada”, el único medio que está siempre en la “jugada”.
¿Por qué es importante ese dato de que la tasa de natalidad en el país de los chibchas es actualmente de 2,1? La respuesta es sencilla: porque ese número devela claramente las causas de nuestros problemas sociales, según lo estableció la Unidad Investigativa de El Periódicko.
Para entender el asunto, empecemos por hacernos la siguiente pregunta: ¿Qué significa esa tasa de fecundidad de 2,1%? Más concretamente, ¿qué significa en términos de niños ese 1 después de la coma?
Hay sólo dos posibilidades:
a) Que las colombianas en promedio están teniendo dos hijos y una décima de niño
b) Que las colombianas están teniendo algo menos de tres hijos en promedio, de tal forma que faltan 0,9 décimas para completar el tercer hijo.
¿Cuál de esta dos formas de ver el asunto es la correcta?
La respuesta es que ambos enfoques son acertados, pues los dos explican la grave situación de deterioro social por la que atraviesa nuestro país desde hace años. En verdad son dos caras de una misma moneda. Veamos:
En Colombia están naciendo niños con cosas adicionales: con ambiciones exageradas, con codicia, avaricia, con malicia, y ese tipo de porquerías. Ese es el 0,1 de demás.
Pero también es cierto que en nuestro país están naciendo niños incompletos. En realidad dos niños nacen completos y uno incompleto: con falta de valores, sin moral, sin decencia, y ese tipo de vagabunderías. Ese es el 0.9 que falta.
Y claro, cuando esos niños deformes (por exceso o por defecto) crecen, se convierten en adultos bandidos, corruptos, malas personas, hampones, y ese tipo de politiquerías ¡Y por eso estamos como estamos!
@dicksalazar
[caption id="attachment_272100" align="aligncenter" width="300" caption="Locombia"][/caption]