La Lengua de las Mariposas, es un cuento español del escritor gallego Manuel Rivas, que relata la historia de un niño y su relación con su profesor, justo antes de la guerra civil española, esta historia que luego fue llevada al cine, muestra como en esa relación del niño con su profesor, termina por castigar la labor del maestro, principalmente por las ideas liberales y libertarias, que llevaban a que los niños, sus alumnos, encontraran razones para luchar por sus derechos y por la posibilidad de ser libre, pensar y proponer un país distinto.
Aunque los contextos son distintos, los referentes son los mismos, la lucha de los maestros por condiciones de trabajo, que les permitan cumplir justamente con su labor, la de educar, sin ser estigmatizados o maltratados en su dignidad.
No es la primera vez que los maestros salen de sus aulas para marchar en contra de políticas injustas, arbitrarias. Según la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación, en Colombia hay poco mas de trescientos veintidós mil profesores, repartidos para los mas de ocho millones de estudiantes, a los cuales hay que cumplirles con el derecho constitucional a la educación de calidad, sin embargo, los recursos con los que la educación en Colombia funciona, es precaria e ineficiente, por lo que las instituciones educativas se tienen que ver en ocasiones en dificultades para poder cumplir con sus obligaciones legales, las cuales incluyen ademas de la educación de calidad, la alimentación y el trasporte para el mismo numero de estudiantes.
La labor de los maestros en muchos países, es la labor de mayo reconocimiento y exaltación, principalmente por ser quienes forman a los ciudadanos y por ende, son quienes tienen sobre sus hombros la labor de sembrar en sus alumnos, la semilla de la libertad de pensar y la motivación para trabajar por un mejor país.
No es viable, justo, razonable que con la enorme factura social que nuestra sociedad nos pasa todos los días, se rompa justamente por el lado que menos corresponde, por aquel que tiene la tarea de trabajar a diario por formar los ciudadanos responsables de cambiar esta realidad y es menos justo aún que como sociedad no nos movilicemos al lado de nuestros "profes".
Ahora bien, la problemática es mucho mayor, si observamos que existen otras personas beneficiandose de la situación de la educación en Colombia, el caso de las mafias que existen alrededor de la alimentación escolar es aberrante, por que no solo se están lucrando con bienes públicos de manera abusiva, sino que están jugando con la salud y el bienestar de la población mas vulnerable; niños y niñas en comunidades apartadas, algunas en extrema pobreza que finalmente no dicen nada y que deben aguantarse estoicamente los abusos de los corruptos de siempre, que se aprovechan de la falta de control y de la piñata en la que se han convertido este tipo de contratos.
Cabe sea decirlo, que esta problemática no ha sido exclusiva del gobierno actual, ha sido una lucha histórica por la reinvindicación de los derechos de los educadores, la cual ha dejado, si bien, algunos decretos que han mejorado en parte las condiciones de los mismos, también han venido acompañados de incumplimientos por parte de los gobiernos de turno y del silencio cómplice de la sociedad, que asume como ajena esa lucha.
Como en la historia de Manuel Rivas, donde "moncho", el protagonista, termina lanzandole piedras e insultando a su maestro, con las mismas palabras que el "profe" Don Gregorio le enseñó, que como Colombianos, no terminemos "castigando" a nuestros profes con las mismas herramientas que ellos nos enseñaron; la ciudadanía y la justa lucha de nuestros derechos.
