Para muchos la política tiene tantas aristas y es tan dinámica que un ciudadano del común tiende a alejarse de ella porque siente que es una enramada, en la que hay tantas relaciones e intereses que solo viendo en las noticias lo que sucede, por ejemplo, con el paro agrario, opta por no pensar en el tema. Y con el actual gobierno, los mensajes que se dan son variados, muchos y a veces entorpecidos por sus propios emisores: los funcionarios.
Esto obedece a que, a diferencia del gobierno Uribe, el de Santos se ha convertido en el hacedor de mensajes: habla el Presidente Santos, habla el Ministro del Interior y el de Defensa arremete con otro tema. Pero lo que sucede finalmente es que no hay un mensaje unificado de gobierno. Debo aclarar que no soy Uribista ni Santista, menos de izquierda, solo soy un ciudadano que aún no se siente representado en ningún partido, creo que como muchos ciudadanos, valoro la apertura de este gobierno en brindar más información hacia la gente. El problema radica en que al Presidente Santos y a su gobierno le falta un marco general donde todos (ministros, presidente y cualquier representante del Gobierno) comprendan cuál debe ser el mensaje central del gobierno.
Antes, teníamos solo 3 temas: seguridad democrática, confianza inversionista y política social. Fácil, ¿cierto?. Uribe pensaba en lo fácil, y en que todos los temas se centraran en estos tópicos; cualquier persona, campesino, artesano, estudiante y ama de casa, sabía por lo menos uno de estos tres temas y se convertía en defensor con argumentos según su realidad.
En la actualidad tenemos mensajes todo el tiempo, en el marco, inicialmente, de la Prosperidad Democrática, y luego esto se fue disolviendo, un mensaje en su momento llamativo, pero que fue bandera electoral, pero no un tema de gobierno. A Santos le ha faltado crear un marco comunicativo, donde todos sus ministros estén enfilados a posicionar un objetivo comunicativo, y en la actualidad, ni siquiera se tiene claro que el tema de la paz sea una realidad para un país que aún le cuesta creer que desde lo político hay una salida negociada al conflicto.
El consejo de hoy para el equipo del Presidente Santos: si el gobierno tiene un objetivo de comunicación claro, difúndalo a todos sus equipos de trabajo, no lo cambien cada vez que se publique una encuesta, hay que enfocar a todo el gobierno en una idea que todo ciudadano comprenda, y poder relacionar cualquier acción de cada estamento a este objetivo de comunicación. El tipo de mensaje debe ser claro, uno, sencillo y enfático. Así no seguiremos viendo los mensajes cruzados, que es lo que ha confundido a los ciudadanos: mientras el Presidente habla de paz negociada, el Ministro de Defensa arremete atacando el proceso, es como negociar con la mujer acuerdos de convivencia en privado y escribir en Facebook; “mi mujer es una harpía, pero la quiero.”
Antes, teníamos solo 3 temas: seguridad democrática, confianza inversionista y política social. Fácil, ¿cierto?. Uribe pensaba en lo fácil, y en que todos los temas se centraran en estos tópicos; cualquier persona, campesino, artesano, estudiante y ama de casa, sabía por lo menos uno de estos tres temas y se convertía en defensor con argumentos según su realidad.
En la actualidad tenemos mensajes todo el tiempo, en el marco, inicialmente, de la Prosperidad Democrática, y luego esto se fue disolviendo, un mensaje en su momento llamativo, pero que fue bandera electoral, pero no un tema de gobierno. A Santos le ha faltado crear un marco comunicativo, donde todos sus ministros estén enfilados a posicionar un objetivo comunicativo, y en la actualidad, ni siquiera se tiene claro que el tema de la paz sea una realidad para un país que aún le cuesta creer que desde lo político hay una salida negociada al conflicto.
El consejo de hoy para el equipo del Presidente Santos: si el gobierno tiene un objetivo de comunicación claro, difúndalo a todos sus equipos de trabajo, no lo cambien cada vez que se publique una encuesta, hay que enfocar a todo el gobierno en una idea que todo ciudadano comprenda, y poder relacionar cualquier acción de cada estamento a este objetivo de comunicación. El tipo de mensaje debe ser claro, uno, sencillo y enfático. Así no seguiremos viendo los mensajes cruzados, que es lo que ha confundido a los ciudadanos: mientras el Presidente habla de paz negociada, el Ministro de Defensa arremete atacando el proceso, es como negociar con la mujer acuerdos de convivencia en privado y escribir en Facebook; “mi mujer es una harpía, pero la quiero.”
