Ya no le temo a la oscuridad
ni a la corpórea ni a la espiritual
La fe y la amistad me iluminan
aún con los ojos vendados
ante la verdad y la mentira
Tampoco temo al hombre
su iniquidad y su ignorancia
lo hacen predecible y vulnerable
mientras se pierde en su codicia
o se encierra en su vanidad
La economía dejó de preocuparme
es igual que la religión
sus altas y bajas forman una espiral
que no lleva a ninguna parte
acaso a la perdición y a la muerte
Ya la tristeza y la melancolía
son mis paisanas y alegran el día
con sus metáforas y dudas
distren la jornada mientras
intento abastecerme de respuestas
Es posible muy posible
que mi único temor -bien fundamentado-
sea que un día te descubra por la calle
y al mirarte a los ojos
ya no me pueda encontrar
'Miedo a ti'
Lun, 14/10/2013 - 05:05
Ya no le temo a la oscuridad
ni a la corpórea ni a la espiritual
La fe y la amistad me iluminan
aún con los ojos vendados
ante la verdad y la mentira
Tampoco temo al hombre
su iniquidad y su
ni a la corpórea ni a la espiritual
La fe y la amistad me iluminan
aún con los ojos vendados
ante la verdad y la mentira
Tampoco temo al hombre
su iniquidad y su