Hace un par de días mientras observaba uno de los tantos realities que existen en la televisión, encontré el ejemplo perfecto de todo lo que se puede lograr, cuando se tiene confianza en uno mismo y en las habilidades y talentos que poseemos.
Antes de comenzar el juego, la presentadora le hizo una serie de preguntas a los participantes que se enfrentarían ese día y uno de ellos le dio una respuesta que me llamó mucho la atención: No existe enemigo pequeño, ni gigante indestructible. Increíblemente estas palabras fueron el vaticinio de lo que iba a suceder en la contienda, que estaba por iniciar.
Aunque el jugador que pertenecía al equipo “más fuerte” comenzó liderando la batalla, al final el juego dio un giro de ciento ochenta grados y terminó siendo vencido por sus contrincantes. Todo esto me llevó a reafirmar una vez más, que cuando confiamos plenamente en nosotros mismos y estamos dispuestos a luchar por nuestras metas, somos capaces de realizar cualquier cosa que nos propongamos y podemos superar cualquier obstáculo que se presente en el camino.
La confianza en uno mismo va más allá del respeto y la aceptación, es nuestra identidad y la actitud que tengamos frente a la vida. Las personas que confían en sí mismas van detrás de sus sueños, logrando lo que se proponen por mérito propio y superando los problemas y dificultades personales. Nunca se menosprecian, porque están convencidos de sus capacidades y esto les ayuda a afianzar cada vez más su personalidad.
Creer que lo que tanto deseamos es posible de alcanzar, nos impulsa y nos regala la fuerza para dar el primer paso y emprender el empinado camino que nos llevará hasta nuestra meta. Recuerden que el futuro pertenece a los que creen en la grandeza de sus sueños y solo sabremos cuantas cosas somos capaces de hacer, cuando dejemos a un lado nuestros temores y nos arriesguemos a intentarlo. No existe enemigo pequeño, ni gigante indestructible.
@Milagrosymas
