Los veganos y vegetarianos, en general, se caracterizan por una cultura que busca hacer revolución sin necesidad de la violencia. El régimen alimentario de la abstención de carne y un estilo de vida que rechaza el consumismo, las multinacionales y propende un ambiente ecológico, son características de este movimiento. Sin embargo, existen algunas controversias que se expondrán a continuación.
La soya, la querida por muchos. Este alimento es bien polémico. En su producción se le echan cantidades letales de herbicidas tóxicos. Lo que causa el cáncer, problemas tiroideos y esterilización. La alta demanda ha provocado grandes hectáreas de deforestación en bosques como: Estados Unidos, Brasil, Argentina, Paraguay y Colombia; daño irreparable al ecosistema. Empresas como Shell (Sí, Shell la multinacional de petróleo), Cargill, Bayer; están estrechamente relacionadas con la industria de soya, siendo estas las que proveen el material para los pesticidas, la biotecnología de su producción y el aceite de soya. Nestlé es uno de los más grandes fabricantes de soya en el mundo -para sus niños en crecimiento- pero es una de las empresas que más contaminan la Tierra. La soya es uno de los alimentos más comunes genéticamente modificados. Colombia no prohíbe los alimentos transgénicos, como si lo prohíbe Venezuela. Entonces si no estás en uno de los doce países que lo han prohibido, pailas. Un estimado del 93% de la soya es modificada. El maíz en un 98%, modificado, al igual que: Canola, remolacha, lactosa, papaya, cereales, chocolate, papa, pan, proteína de soya, azúcar, etc.
Los pesticidas y plaguicidas usados para el control de plagas en los cultivos es otro de los problemas. Jaime de Jesús, oriundo de Caracolí, Antioquia, explica: "nosotros cosechábamos arroz, maíz, ajonjolí, solos. Antes no habían plagas, ahora si, le echan un poco de maricadas al cultivo. La tierra queda estéril, se muere". Según Liliam Eugenia, ingeniera agrónoma de la Universidad Nacional y doctora en Ciencias Biológicas, en Colombia el mayor uso se centra en cultivos de: arroz, papa, banano, caña de azúcar, café, hortalizas, algodón, flores, maíz, tomate, frutales, etc. Estas sustancias químicas son toxicas (en su mayoría) y un 98% terminan en vertederos de agua y contaminación atmosférica. En el municipio de El Zulia, Norte de Santander, muchos niños nacen con malformaciones congénitas, según la Fundación Compensare se debe a los pesticidas que se vierten en las arroceras y cae al agua que consumen.
El vegetariano tiene que lidiar con los derivados del petróleo y la minería, que como bien sabemos esta controlado por la mayoría de multinacionales. Los detergentes, indispensables para la limpieza. Los envases, el plástico. El esqueleto de la fachada de una casa, las tuberías, los muebles, las pinturas. El cepillo, la crema dental. El nylon usado en las prendas de vestir y cuerdas. El gas para cocinar y fritar. Gran parte de los suplementos multivitaminicos son derivados del petróleo y otros se fabrican a partir de la carne, como los que son en gel. Todos estos objetos gracias a la minería y extracción del petróleo. Es una lucha diaria contra el sistema.
Estos son algunos aspectos que hacen que el vegetarianismo sea una proeza. Indiscutiblemente si se consume algo tiene su repercusión ambiental, es imposible, a menos que sepa lo que está comiendo, derramar sangre animal y contribuir con el daño al ecosistema. La compra de semillas nativas o regionales y supervisadas por granjeros o comunidades étnicas puede ser una sabia decisión, si tiene con que pagarlo. El consumo de alimentos 100% orgánicos es la solución, pero ve y pregunta su precio. Si decides adentrarte en la selva, la última opción, te puede llegar la guerrilla, el ejercito, las multinacionales o los paracos...
