La primera condición para hablar de sostenibilidad es hablar de tiempo. Si sostenible es, como explica Heinberg, R. lo que puede ser mantenido en el tiempo, sostenibilidad es la cualidad de perdurar. Y ese “algo” con la cualidad de perdurar, en este caso, debería ser su negocio.
Ahora, ¿cómo aterrizar este concepto, que está tan de moda, que suena tan importante, (y lo es), pero que parece tan difuso?
Lo primero es que la idea de ser sostenible debe ser la estrategia empresarial, no una oficina, ni un cargo. Le propongo 3 criterios y un par de ideas prácticas para que pase de los conceptos a la acción:
- Transparencia
- Etiquetas y empaques con suficiente información, clara, concisa y sin omisiones o compromisos que no cumple. El consumidor de hoy tiene acceso a toda la información a través de Internet. Si se rompe el vínculo ese mismo consumidor se lo va a cobrar a través de sus redes sociales, del “voz a voz” y con un poco de mala suerte terminará siendo noticia en algún medio de comunicación.
- Puertas abiertas: Los procesos de elaboración no deberían estar rodeados de mitos y 'fórmulas secretas' porque dan lugar a la aparición de campañas de desprestigio. La tecnología hoy brinda muchas oportunidades para que las organizaciones se conecten con su público y el renovado interés de las personas por lo que consumen es una oportunidad para hacer la diferencia.
- Comunicación interna eficaz: Los empleados son el primer medio que tiene la empresa para divulgar sus mensajes. Si los colaboradores conocen los procesos, las políticas de promoción del talento humano, si están conformes con su salario y sus beneficios, serán un canal abierto de información positiva.
- Saneamiento legal y financiero: Esto es básico. Si usted está ocultando información o evadiendo impuestos está trabajando en una bomba de tiempo. Hoy puede pensar que está ahorrando, pero la verdad es que, en algún momento, cuando solicite un crédito, quiera participar en un evento, tener un socio etc. entenderá ese refrán de cuentas claras y chocolate espeso. Evítese problemas futuros.
- Economía
- Desde los minutos de celular hasta la materia prima, todo lo que requiera su negocio, como la maquinaria, la papelería etc. debería tener un examen minucioso para establecer el mejor proveedor. Piense en sus compras al por mayor, prográmelas a mediano y largo plazo y elabore un inventario.
- Innovación: La piedra angular debió aparecer en el primer renglón de este artículo. Un negocio que no se reinvente está condenado a desaparecer, sobre todo uno nuevo, una empresa reciente que sale al mercado a competir con grandes cadenas, con exportadores e importadores, con otras quizás más expertas, debe tener un valor agregado.Muchas veces ese diferencial está en algo que no cuesta dinero, sino entrenamiento y paciencia: el servicio. Piense en canales de atención que se ajusten a la edad y necesidades de sus clientes. No todos tienen redes sociales o Whatsapp. Es cuestión de analizar el público. Sin embargo, invertir en desarrollo y tecnología es ideal; si puede darse ese “lujo”, hágalo.
- Medio ambiente y sociedad
- Con su talento humano asegúrese de cumplir los requisitos legales en términos de contratación. Capacite y actualice a su personal, establezca un programa de ascensos. Llame a sus colaboradores por el nombre, tenga un calendario con los cumpleaños y fechas especiales y no las deje pasar por alto.
- Ahorre recursos: Agua y energía y promueva la conciencia en su uso. Recicle.
- Conozca el ciclo de vida de sus productos. Hace 8 días le recomendé medir su huella de carbono, si ya lo hizo, habrá encontrado el punto específico en el que puede empezar a mitigar o a compensar sus impactos.
- Involúcrese con la comunidad: Si los comerciantes vecinos o residentes de la zona donde está su empresa proponen por ejemplo una jornada de limpieza o una actividad deportiva, ¿por qué no? Es más, proponga una usted mismo… recuerde que #Nohayplanetab.
