Un iPad como lienzo?

Entrar en varias galerías, visitar muchos museos,  y además trabajar en uno de ellos, me lleva a pensar ¿cuál será el futuro del arte?, ¿en qué parará todo lo relacionado con la estética artística?, son algunas de las preguntas que yo mismo me hago con relación al arte y a su evolución. En pleno siglo XXI, donde uno cree que ya todo esta inventado, y si no es así se lo reinventan, los artistas contemporáneos y los que no lo son, se encargan de hacer lo imposible para innovar en el campo artístico, traen acotación todos los temas, los cuales van hacer expresados en instalaciones, performance, acciones, pinturas, dibujos, videoarte y demás técnicas artísticas que la plástica pone en sus manos. En ese camino, las nuevas tecnologías se han encargado de conducir las manifestaciones artísticas por otra ruta. En otras palabras, de darles un giro, y de mostrar que por medio de dispositivos electrónicos, la creación artística no se trunca, la creatividad sigue. El 27 de enero de 2010, se anuncio la primera generación de iPad, una herramienta que no solo es bastante útil para las personas más curiosas y ligadas a la tecnología, sino también abre otra brecha a los artistas que se han arriesgado hacer pintura digital. Un ejemplo, es el gran artista contemporáneo ingles David Hockney, quien a sus 74 años, se ha dedicado a realizar una serie de trabajos inspirados en los paisajes del este de Yorkshire. Su resultado, esta expuesto en el Museo Guggenheim de Bilbao, bajo el nombre de “Una visión amplia”.

Sin ir más lejos, dos artistas colombianos se han encargado de penetrar las barreras tecnológicas que están relacionadas con el arte digital. La maestra Pilar Copete y el maestro Carlos Eduardo Pérez. Este par de artistas, arduos conocedores del dibujo, el color, la estética, las texturas y las composiciones, plasman todo su conocimiento y profesionalismo en sus iPad. La obra de la maestra Pilar Copete, realizada con una aplicación llamada Brushes, la cual esta diseñada para iPad, Iphone y Ipod touch, cuenta con un selector de color avanzado, variedad en la configuración de los  pinceles, zoom extremo y múltiples capas. En general esta aplicación le da un control más amplio al artista. La maestra Pilar Copete, nos muestra con su trabajo realizado en el ipad, como el color se puede resaltar, mimetizar y generar una serie de sensaciones, que para este caso solo la pantalla del dispositivo puede generar. La obra creada in situ, Corrida en Honda 2011, es un ejemplo claro de su trabajo y del conocimiento del color. En ella se puede apreciar toda una serie de gamas de colores y texturas, los trazos que dan forma a las figuras humanas y animal, una muestra de frescura digital.

Por otro lado el maestro Carlos Eduardo Pérez, realiza su trabajo con una aplicación llamada ArtRage, que se encarga de acercarse a la realidad de los oleos, acuarelas y pinceles. La aplicación da la opción de mezclar colores en la paleta mientras se realiza la pintura, el poder elegir la espátula para corregir los trazos y generar efectos de texturas, son algunas de las muchas ventajas que tiene esta aplicación. La obra Sueños estridentes 2011, muestra toda una serie de colores en diferentes direcciones, se puede apreciar el manejo de la espátula en sentidos específicos que construyen un discurso, donde el color es el que predomina y deja una lectura entre el sujeto y la obra. La pintura se vuelve impactante y estridente.   Estos tres ejemplos apenas son un abrebocas de lo que se puede llegar a realizar con este tipo de dispositivos tecnológicos, son herramientas que en cualquier campo son bastante útiles, y para el caso especifico del arte contemporáneo, el mejor lienzo para expresar la creatividad sin dejar a un lado la academia artísticas, si no mas bien de crear sinergias entre los tiempos.