Todo el que haya escuchado hablar del escritor Fernando Vallejo, probablemente tenga una imagen muy mala respecto a él. Sus libros están llenos de odio. Entre frase y frase no pierde oportunidad de lanzar sus numerosas espinas llenas de veneno en contra de la iglesia católica, la política, las sobrepoblación, los maltratadores de animales, la Colombia llena de ladrones y algunos otros que son debate constante en todo el mundo. Pero, más allá de lo que dice, ¿Quién es Fernando Vallejo?
Vallejo es una persona que se confunde en sus novelas. Escribe en primera persona lo que en principio hace de cada libro sea una confesión constante de su propia vida. Hay cinco novelas que cumplen un papel autobiográfico.
La novela la virgen de los sicarios en donde un Fernando-narrador describe una Medellín asesina, parece estar llena de su propia realidad sin darnos cuenta donde termina el personaje y dónde empieza el escritor. Por su parte el desbarrancadero, novela que lo hizo ganador del premio Rómulo Gallegos en el 2003 narra la muerte de su hermano Darío en la casa en la que se crió en Medellín.
Frases como estas adornan sus libros: “-Los pobres jamás compran -comenté- roban. Roban y paren para que vengan más pobres a seguir robando y pariendo.” O “Y con la muerte al lado, para la que no existe protección. ¿O sí? ¿Un condón? Póngaselo entonces cuando comulgue, en la lengua, no le vaya a contagiar el santo cura un sida con los dedos al ir repartiendo de boca en boca al Cordero”
¿De dónde salió este tipo y con qué derecho viene a despotricar así del país? Como el mismo lo dice, las personas no tienen el derecho a hablar, eso es algo que se gana y es concedido por los demás.
Este es un hijo de un ex ministro colombiano. Estudió letras algún tiempo, desistió y terminó alcanzando un título universitario en Biología. Estudió cine, renunció a la ciudadanía colombiana, es gay declarado y en cada una de sus conferencias, es tal la gente que va a escucharlo que incluso se queda gente sin poder entrar a los recintos
Es una constante de críticas lo que dice Fernando Vallejo en sus libros, pero más fuerte es aún lo que dice en las entrevistas, cosas como esta “...detesto a Dios (que no existe) y al cristianismo (que es una empresa criminal). Y a Cristo (que no existió). Y al papa (que es un impostor lavapatas)”
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No es simplemente un controversial pensador, es ese personaje que se volvió canal para el desprecio de toda una mitad de la sociedad y el rechazo de la otra mitad.
Al fin de sus palabras no importa quien sea, lo que importa sobre Vallejo es lo que diga, y entre más duro, crítico y ácido sea el comentario, más va a gozar de esa fama de “bitch” que se ha ganado
Basta con escuchar a las personas que han devorado un libro de Vallejo. Luego de leer y leer se despierta un lado oscuro en sus mentes influenciadas por el poder de las ideas radicales de un personaje que a pesar de exponer sus quejas, casi ninguna es la vez en que ha puesto en público sus debilidades, una de ellas son los animales.
Además de ser considerado un “crítico” y de ser el circo del pueblo en cada una de sus charlas en las que su vomito verbal en contra de todo lo convierten en celebridad… ¿Qué hace para que esto mejore? No hace nada, igual que usted, igual que yo e igual que todos los que se la pasan indignados en twitter pero de ahí no levantamos un dedo por ir a denunciar algún abuso si no nos pasa a nosotros.
A Vallejo ni le debe importar lo que le pasa a los colombianos, de hecho, “hijueputas es lo que sobran”.
Lo que lo hace diferente es que él no tiene esa esperanza viciosa de alegrarse porque la selección Colombia va a ir al mundial o porque somos el país más alegre del mundo.
Lo que lo hace diferente es que no tiene esa manía de creer que todo va a estar bien porque “Dios proveerá” o porque “No hay cosa mala que por bien no venga”.
Lo que lo hace diferente es que sabe que el mundo está en la inmunda y aprendió a vivir con ello
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Vallejo Bitch!!!
Mar, 11/02/2014 - 09:55
Todo el que haya escuchado hablar del escritor Fernando Vallejo, probablemente tenga una imagen muy mala respecto a él. Sus libros están llenos de odio. Entre frase y frase no pierde oportunidad de