Hace menos de cinco días se terminó una nueva edición de los Juegos Suramericanos, los cuales se realizaron en la ciudad de Cochabamba, Bolivia. ¿Y qué pasó? Sucedido lo impensable, Colombia se coronó campeón derrotando a una de las potencias mundiales, Brasil. Sin embargo, por más medallas de oro en este país lo único que genera ruido e importancia es el fútbol. ¿Por qué?
Criticar es sinónimo de mejorar, por eso hoy quiero expresar mi desconecto con las entidades que manejan el deporte colombiano. Cada una de las federaciones de este país aún desconocen la importancia de sus canales de comunicación, no han entendido que el uso de redes sociales es económico y puede ser eficiente a la hora de contarle a la audiencia aspectos relevantes; pero no son los únicos culpables.
El Gobierno nacional ha dejado de brindarle importancia a su principal motor en el aspecto de la recreación y el deporte, Coldeportes. De nada vale que una entidad genere miles de proyectos y oportunidades cuando no se cuentan con los recursos, cuando se invierte en cosas innecesarias. Sin embargo, también hay muchas falencias en lo comunicativo, y de ahí radica la importancia del Ministerio del Deporte.
Y ni hablar del Comité Olímpico Colombiano, a quien le hace falta muchas manos y mentes. Realmente es urgente la creación de una estrategia que unifique todas las entidades que trabajan para el mismo fin. Es triste decirlo, pero los logros han llegado por la poca inversión y la alta dedicación de los atletas colombianos. Ellos son los responsables que estos triunfos tengan eco a nivel mundial y nacional.
Se vienen los Juegos Centroamericanos, la inversión ha sido de un 70% por parte de la alcaldía de Barranquilla y tan solo un 30% del gobierno nacional. ¿Y que exigen? Que Colombia le gane a Cuba, vuelva a derrotar a Brasil para qué los adeptos se los gane el presidente de turno. La gestión ha mejorado con Clara Luz Roldán, vamos por más.
Las historias contadas de la forma en la que nuestros seguidores quieren @futbolsinlimite
Juan Pablo Gómez Uribe
