Pocas veces en la historia reciente de Colombia, la Región Caribe había tenido una participación tan importante en las decisiones del Gobierno y otros organismos como la tiene en la actualidad. El Secretario Privado del Presidente, dos Ministras (Comercio y Transporte), Directora del Departamento de Prosperidad Social -DPS-, Presidentes de Bancoldex, Findeter y Proexport, Viceministro de Minas y Energía, Presidentes de Senado, Cámara y Comisión Cuarta (la del Presupuesto) y Presidentes de los partidos Conservador y la U, entre otros cargos.
Acorde con lo anterior, uno puede afirmar que estos funcionarios tienen una responsabilidad inmensa con los 10.3 millones de habitantes de la región. Son muchas las obras de infraestructura y programas de inversión social aplazados y olvidados a mitad de camino y también hay una enorme deuda del Estado con la región que tiene la mayor capacidad portuaria, minera, turística, agrícola y ganadera del país.
Será fundamental que logren gestionar los recursos para poner a operar por ejemplo a la represa del Río Ranchería en la Guajira con lo cual llevarían agua a 500 mil habitantes de siete municipios y podrían regar 8 mil hectáreas de producción agrícola de exportación. Llegó el momento de construir los cinco diques fusibles y la adecuación de unos caños para resolver de una vez por todas el problema de inundación de 600.000 hectáreas agrícolas en la región de La Mojana (para producir todo el maíz o arroz que importamos). También se hace primordial lograr el giro de los 267.000 millones de pesos que la nación se comprometió aportar para la construcción de los 170 kilómetros de la vía que conecta a Barranquilla y Santa Marta con el municipio de El Banco, Magdalena, para reactivar unas 400.000 hectáreas agrícolas y ganadera que benefician a más de 300 mil personas de esta región.
Tampoco da más espera el inicio de la construcción del nuevo puente sobre el Rio Magdalena y tampoco los 800 kilómetros de la línea férrea del tren del Carare, lo cual reduciría enormemente los costos de transporte de toda la carga que se moviliza entre Bogotá, Boyacá y los Santanderes con los puertos de Santa Marta, Barranquilla y la Guajira. Ahí si es verdad que nos volveríamos competitivos.
La Ministra de Comercio, Industria y Turismo, Cecilia Álvarez, y la Presidenta de Proexport, María Claudia Lacouture (dos tremendas ejecutivas), deberían de aprovechar este cuartico de hora y dejarle a Santa Marta y Riohacha dos Zonas Francas Turísticas (Tayrona y Mayapo) para que todas las líneas de Cruceros que operan en el Caribe puedan traer los miles de turistas que gozan de sus vacaciones en ese medio. ¿Se imaginan la generación de empleo calificado y la reactivación económica de estas dos ciudades con estos proyectos turísticos?
Los paisas no tienen el 10% de estas posiciones en el Gobierno y ya tienen asegurados los 610 mil millones pesos del nuevo tranvía que se conectará con el sistema integrado de transporte del Valle de Aburrá para movilizar mas de 83.000 pasajeros por día. También aseguraron los 5.500 millones de dólares para terminar la construcción del megaproyecto energético mas grande de Colombia, la hidroeléctrica de Ituango (generará el 20% de la energía del país) y los recursos para terminar los 6 tramos de las Autopistas de la Prosperidad, los 4.1 kilómetros del túnel del Occidente y la construcción de 80 modernos centros de educación que ofrecen formación complementaria, acceso a Internet y capacitación a maestros rurales. Y el Caribe qué? Es ahora o nunca.
@indadangond
Ahora o nunca
Lun, 22/09/2014 - 13:34
Pocas veces en la historia reciente de Colombia, la Región Caribe había tenido una participación tan importante en las decisiones del Gobierno y otros organismos como la tiene en la actualidad. El