La Universidad Autónoma del Occidente recibió al juez más famoso y polémico de España y tal vez del mundo, Baltasar Garzón. El juez anda por Colombia contemplando la propuesta del presidente Juan Manuel Santos de convertirse en asesor en derechos humanos, y aunque aparentemente no aceptará, es creciente su interés por Colombia. Estuvo en el Cauca, a donde ha viajado en otras ocasiones, para la conmemoración de los 40 años del Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric), y luego fue a Cali. A la universidad llegó acompañado por la también jueza española Dolores Delgado y su charla en el seminario de Filosofía de Derecho y Derechos Humanos estuvo centrada en los crímenes de lesa humanidad y la justicia penal internacional.
Un intercambio entre los dos jueces permitió explicar los alcances de la justicia internacional y cómo las cortes traspasan fronteras para juzgar y encarcelar a los culpables asegurando justicia a las víctimas. Garzón utilizó de manera conmovedora ejemplos tales como las masacres de los dictadores en Chile y Argentina o el gran genocidio de Ruanda. Criticó fuertemente a la ONU y a la Unión Europea por su falta de interés y la lentitud a la hora de intervenir en países con evidentes señales de violación de los derechos humanos, crímenes de lesa humanidad, torturas y masacres, y sin titubeos señaló cómo estas organizaciones giran en torno a intereses económicos y políticos de uno y otro país.
El juez más famoso y polémico de España Baltasar Garzón explicó los alcances de la justicia internacional
No habló mucho sobre Colombia. Mejor dicho, no quiso ocuparse del país. Su charla estaba muy enfocada a reafirmar la existencia e importancia de un sistema que persigue a los criminales donde se encuentren porque la ley no tiene jurisdicción ni perdón.
Los casos que mencionó duelen porque fueron muchos los muertos y los eventos dramáticos y horribles, miles las víctimas inocentes que cayeron antes de que la justicia internacional actuara, antes de que un juez o una organización interviniera y castigara a los responsables. Sin mencionar a Colombia, se refería a ella y el llamado del juez Garzón fue claro. Un llamado a empezar a actuar y poner freno a una guerra que involucra a diferentes grupos armados y que son muchos los muertos que ha dejado. Un llamado a no esperar milagros sino a intervenir como sociedad. El mensaje que dejó fue: cada día que pasa, la huella de dolor y muerte es mayor, y será más difícil la reconstrucción del país.
